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Hermes León, en busca de las “notas“ más elusivas del Universo

Mariana G. Sixtos
10/jun/2015

Hermes León Vargas tiene una voz suave y melodiosa producto, quizás, de su origen veracruzano y de un amor a la música que le nació desde muy joven y que, curiosamente, no lo llevó a tocar el clarinete en una orquesta, pero sí a desentrañar otro tipo de armonías, la “música” particular del Universo, como nuevo investigador del IFUNAM.

Aún no terminaba la secundaria cuando Hermes ya estudiaba en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, una carrera que habría elegido si no se hubiera topado con algo que lo sedujo aún más: la ciencia.

Este gusto lo adquirió a través de los concursos de la Sociedad Mexicana de Física como las Olimpiadas de la Ciencia, en las que participó, al principio, sin mucho éxito.

“Mi primer intento fue un desastre, no pasé de la primera etapa, pero de alguna manera eso me motivó a intentar más y posteriormente llegué a la fase nacional, obtuve un segundo lugar, que me permitió visitar la UNAM. Aquí conocí la física, supe lo que era estar aquí y me gustó mucho. En ese momento decidí que me dedicaría a esto”, declara Hermes a Noticias IFUNAM.

Participó en más concursos: el de verano por parte de la Academia Mexicana de Ciencias, para realizar una estancia en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) Mérida, y posteriormente en el de la División de Partículas y Campos de la Sociedad Mexicana de Física para otra estancia, esta vez en el CERN (Consejo Europeo para la Investigación Nuclear). El investigador se asume como “producto de todos esos programas que hay en México para que la gente se motive por estudiar”. Todos ellos funcionaron. Se perdió un músico, pero se ganó un físico.

Hizo su licenciatura en física en la Universidad Veracruzana, de la que se tituló por promedio. Luego realizó la maestría en el IFUNAM bajo la asesoría de Rubén Alfaro Molina, con la tesis: “El detector V0A del experimento ALICE-CERN”, en la que describe las características, el equipo y los objetivos de este detector.

Luego viajó a Alemania. Se hizo acreedor al doctorado magna cum laude (con grandes alabanzas) por parte del Instituto de Física Nuclear de la Goethe-Universität Frankfurt am Main (Universidad Goethe de Fráncfort del Meno), con la tesis: “Jet fragmentation properties in proton-proton and Pb-Pb collisions with ALICE at the LHC" (Propiedades de fragmentación de jets en colisiones protón-protón y Pb-Pb con ALICE en el LHC).

En este trabajo explica cómo los jets son una manera indirecta de observar los quarks y gluones dentro de un protón, que comúnmente son difíciles de estudiar.“El método de jets es equivalente a la tomografía por positrones (PET) en medicina, sólo que aquí sirve para estudiar el plasma de quarks y gluones”, explica el investigador.

Regresó a México movido por la curiosidad de hacer otras cosas en temas distintos. Encontró la oportunidad de trabajar dentro del observatorio HAWC de rayos gamma (cuyas siglas corresponden a High Altitude Water Cherenkov).

Aunque HAWC tiene como objetivo observar el Universo para detectar rayos cósmicos y rayos gamma y detectar los fenómenos más violentos (más energéticos), Hermes León quiere detectar otras ‘notas’ del Universo: los neutrinos.

“Es algo para lo que no está hecho HAWC, es una idea que tenemos aquí, propia, nadie más en la colaboración está trabajando en eso. Me gusta el reto, es un reto muy difícil, hay que ser sinceros, hay que empezar desde cero”, comenta.

¿Por qué neutrinos? El investigador dice que se trata de partículas muy especiales, “las más elusivas del Modelo Estándar”. El neutrino fue propuesto por el físico, de origen austriaco, luego nacionalizado suizo, y finalmente estadounidense, W. Pauli en 1930. Ésta (cuyo nombre que quiere decir neutrón pequeño) es una partícula adicional en el proceso de decaimiento de un neutrón además de un protón y un electrón.

Pasaron 26 años antes de que la propuesta de Paulli fuera confirmada. En 1956 los físicos estadounidenses Clyde Cowan y Frederick Reines lograron detectar neutrinos a través de experimentos en una planta de energía nuclear ubicada en Savannah River en Carolina del Sur, EUA, montando en ésta un detector compuesto por un liquido centellador rodeado de fotomultiplicadores que convertían la luz en impulsos eléctricos.

A pesar de eso, “aún hay muchos misterios sobre los neutrinos”, dice León. Estas partículas, no interactúan con casi nada, por lo tanto son casi imposibles de detectar ya que pueden atravesar al planeta completo sin causar ningún cambio. Por eso mismo, son “excelentes mensajeros” y pueden traer información muy completa del lugar de procedencia, de acuerdo con el investigador.

Para el investigador este tipo de proyectos son capaces de provocarle sensaciones parecidas a lo que le provoca la música. Así como se aprende a tocar un instrumento, simplemente por la curiosidad de conocer, Hermes León ha decidido detectar neutrinos por la simple curiosidad de entender cómo funciona el Universo.

Pero un segundo objetivo para el joven investigador responde a una responsabilidad social como científico en México, y la promoción de la ciencia y las vocaciones científicas entre los jóvenes.

“En el CERN decían que no sólo aceleran partículas sino también ciencia, yo quiero creer que con HAWC, y otros proyectos que tenemos en física (y en el IFUNAM), también aceleramos el conocimiento de la sociedad mexicana, dice, sin poder ocultar su sonrisa entusiasmada.