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Anuncian ganadores de las Cátedras Marcos Moshinsky 2015

Aleida Rueda
10/nov/2015

En su cuarta convocatoria, seis investigadores han sido reconocidos con las Cátedras Marcos Moshinsky, un galardón creado para reconocer e impulsar a jóvenes académicos para llevar a cabo proyectos de investigación de relevancia nacional e internacional.

Este año, los ganadores en Ciencias Químico-Biológicas son: Sara Huerta Yepez, de la Unidad de Investigación en Enfermedades Oncológicas del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”; Luis Demetrio Miranda Gutiérrez, del Instituto de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México; y José Fernando Peña Ortega, del Instituto de Neurobiología, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En ciencias físicas, los ganadores son: Alma Yolanda Alanís García, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara; Luis Antonio Pérez López, del Instituto de Física, y Pedro Antonio Quinto Su, del Instituto de Ciencias Nucleares, ambos de la UNAM.

Gracias al apoyo conjunto de la UNAM, la Fundación Marcos Moshinsky y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), todos los galardonados recibirán un apoyo económico para continuar sus proyectos de investigación. Las Cátedras, instituidas en 2011, representan un homenaje al emblemático físico, fundamental en el desarrollo de la ciencia mexicana por su destacada labor en investigación y docencia.

Los proyectos

Sara Huerta Yepez es doctora en ciencias biomédicas con especialidad en inmunología por la UNAM e hizo un posdoctorado en la Facultad de Medicina de la Universidad de California, Estados Unidos, donde hizo investigación sobre los mecanismos de resistencia a la quimioterapia e inmunoterapia desarrollados por células tumorales. Actualmente es Jefa de la Unidad de Investigación en Enfermedades Oncológicas en el Hospital Infantil de México Federico Gómez. Su trabajo ha hecho a esta Unidad pionera y única en su tipo en la búsqueda de biomarcadores de resistencia a quimioterapia en diferentes tipos de cáncer utilizando equipo de alta tecnología.

Huerta Yepez se propone desarrollar una nueva estrategia terapéutica contra el linfoma no Hodgkin, un tipo que representa el 60% de los casos de linfoma, que es, a su vez, la tercera causa de muerte por cáncer infantil a nivel mundial. Huerta planea evaluar la actividad de una pequeña molécula diseñada para inhibir la actividad del factor de transcripción Ying-Yang-1 y, con ello, lograr que las células tumorales sean más sensibles al tratamiento quimioterapéutico, lo que podría impactar positivamente en la sobrevida de pacientes con este y tal vez otros tipo de cáncer.

Luis Demetrio Miranda Gutiérrez es doctor en ciencias químicas por la UNAM e hizo una estancia posdoctoral en el Instituto de Química de Sustancias Naturales, en Gif-sur-Yvette, Francia, enfocada en el área de síntesis orgánica. Desde 2001 es investigador en el Instituto de Química de la UNAM, en el que creó el primer grupo de investigación en México dedicado al uso de reacciones de radicales libres en síntesis orgánica, y su principal línea de investigación se centra en el diseño y desarrollo de nuevas metodologías sintéticas utilizando reacciones en las que intervienen radicales libres y de multicomponentes.

Su objetivo es desarrollar poderosos compuestos anticancerígenos capaces de atacar blancos biológicos específicos. En su proyecto, Miranda planea crear nuevas moléculas macrocíclicas y mejorar su actividad citotóxica con el fin de generar compuestos que puedan inhibir selectivamente ciertas proteínas relacionadas en complicaciones como el cáncer o la retinopatía diabética.

José Fernando Peña Ortega hizo un doctorado en ciencias biomédicas en el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM. Actualmente es investigador titular en el Departamento de Neurobiología del Desarrollo y Neurofisiología del Instituto de Neurobiología de la UNAM, Campus Juriquilla. Su principal línea de investigación se centra en el funcionamiento de los circuitos neuronales y las alteraciones en enfermedades del sistema nervioso.

Su proyecto está enfocado en el complejo pre-Bötzinger (preBötC), encargado de generar el ritmo respiratorio, y de cómo éste es capaz de reconfigurarse y producir distintos ritmos respiratorios para adaptarse a la falta de oxígeno (hipoxia). Peña caracterizará los cambios en el preBötC durante la hipoxia prolongada y después de la hipoxia intermitente, así como el papel de la adenosina en estas reconfiguraciones, lo que puede traer importante conocimiento para prevenir, entre otras cosas, la llamada muerte de cuna.

Alma Yolanda Alanís García obtuvo el grado de doctora en ciencias en Ingeniería Eléctrica por el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV), Unidad Guadalajara, y es especialista en modelado y control inteligente e importante impulsora de grupos de investigación en estas áreas en la Universidad de Guadalajara.

En su propuesta, Alanís García utilizará las redes neuronales como una herramienta para el modelado y control de de sistemas no lineales complejos que pueden ser aplicados en la ingeniería. Con el uso de redes neuronales, estudiará especialmente los sistemas con retardos que son comunes en procesos de ingeniería (químicos, metalúrgicos, hidráulicos o biológicos) y que son fuente de bajos desempeños e inestabilidad, con el fin de diseñar un modelo neuronal y controladores que podrán ser aplicados en aplicaciones eléctro-mecánicas, navegación, robótica y sistemas biomédicos.

Por su parte, Luis Antonio Pérez López es doctor en ciencias físicas por la UNAM, y actualmente investigador del Instituto de Física de esta Universidad como parte del departamento de Física-Química, desde donde ha trabajado, sobre todo, los temas de superconductividad no convencional, la nanociencia computacional y la física estadística.

Pérez López propone investigar teóricamente las propiedades físicas de sistemas de baja dimensionalidad como los superconductores bidimensionales con brecha anisotrópica, los nanoalambres semiconductores y los cúmulos atómicos. Además aplicará las leyes de la física estadística en el estudio de la dinámica de sistemas sociales con el fin de investigar el mecanismo de intercambio cultural en una sociedad, considerando la naturaleza “rebelde” de una fracción de individuos que tratan de diferenciarse del resto.

Finalmente, Pedro Antonio Quinto Su, doctor por la Universidad de Rochester, Nueva York y especialista en el estudio de la interacción de la luz con materia a diferentes escalas, es el fundador y líder del Laboratorio de Óptica Aplicada del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, el único lugar en México en el que se han producido haces estructurados pulsados para generar plasmas, ondas de choque y burbujas cavitantes.

Debido a que recientemente en este laboratorio lograron confinar objetos macroscópicos utilizando potenciales ópticos y fuerzas impulsivas a partir de explosiones macroscópicas, Quinto Su pretende ahora estudiar la estructura espacial de los potenciales ópticos con la finalidad de controlar y manipular conjuntos de objetos microscópicos, lo que podrá tener aplicaciones en la biología y la biotecnología.