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En 2014 el INEGI contabilizó en la República Mexicana 20 millones de mexicanas en la edad de 40 años. Un total de 22 mil registraron cáncer de mama, de las cuales 5,584 murieron por esta enfermedad.

En el marco del Día Mundial contra el Cáncer de Mama 19 de octubre, el maestro César Ruiz Trejo, integrante de la primera generación de la Maestría en Ciencias (Física Médica), del Posgrado de Ciencias Físicas de la UNAM, y técnico académico del Instituto de Física de la UNAM, presentó una charla titulada "Optimización del funcionamiento de un sistema para mastografía, tipo CR, con fines de tamizaje", el pasado jueves 13 de octubre en la sala Ángel Dacal del IFUNAM.

El objetivo fue explicar el proceso de la mastografía: desde la correcta aplicación y manipulación de la técnica hasta la optimización de los equipos necesarios y la interpretación de resultados.

La mastografía es un estudio médico para analizar las glándulas mamarias en busca de tumores cancerígenos antes de ser palpables y clínicamente visibles para un mejor pronóstico de curación.

El procedimiento consiste en la exploración del seno de la mujer usando un equipo llamado mastógrafo, el cual está compuesto por un tubo de rayos X, un compresor y un sistema de colimación.

El tubo de rayos X genera la radiación que producirá una imagen al transmitirse, de manera diferenciada, a través de los diversos tejidos que componen la mama; el compresor permite una mejor separación de los tejidos de la mama e inmoviliza a la paciente durante el estudio; mientras que el sistema de colimación sólo permite el paso de los rayos X que salen del equipo y que cubren el área que presenta la mama bajo estudio.

Debido a que esta emisión de energía entra en contacto con el cuerpo, es importante optimizar la dosis de radiación que recibe la mama, con el objetivo de minimizar la probabilidad de que ocurra cualquier efecto biológico y con ello evitar poner en riesgo la salud de la paciente.

El objetivo del estudio es obtener imágenes lo más nítidas posibles y para lograrlo los físicos médicos tienen que someter el equipo a un estricto control de calidad. Generalmente se hacen pruebas periódicas al mastógrafo y al digitalizador que conforman al sistema tipo CR (computed radiology), así como al equipo donde se visualizarán los resultados. Una vez que se verifique el correcto funcionamiento del sistema, se estará en condiciones de producir imágenes que puedan servir para hacer diagnósticos.

“En México hay aproximadamente diez físicos-médicos entrenados específicamente en mastografía”, dice el maestro César Ruíz, quien ha colaborado en la publicación de manuales nacionales e internacionales, como el manual de Garantía de calidad de los servicios de mamografía: Normas básicas para América Latina y el Caribe, editado por la Organización Panamericana de la Salud.

Para realizar sus investigaciones Ruiz Trejo ha colaborado con instituciones tales como el Instituto Nacional de Cancerología, el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México, FUCAM, A.C., el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud y el Hospital General, entre otros.

El equipo de investigación de César Ruiz ha concluido que faltan recursos humanos altamente calificados en el área mastografía, tanto médicos y técnicos radiólogos, como ingenieros de servicio y físicos médicos. Además de que la mayoría de los sistemas de mastografía (mastógrafo-digitalizador) tipo CR en la República Mexicana no están acoplados de manera correcta, no se sincronizan y dejan de ser funcionales.

Una proyección a futuro del investigador es ofrecer una garantía a las mujeres que se realicen el estudio y obtengan un diagnóstico 100% acertado, además de implementar programas de control de calidad en los centros médicos a cargo de expertos en la materia, especialmente físicos-médicos.