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Este martes 12 de septiembre, se dieron a conocer en conferencia de prensa las actividades que se desarrollarán durante la Conferencia sobre Sistemas Complejos (CCS17, por sus siglas en inglés), la cual tendrá lugar en Cancún, Quintana Roo, del 17 al 22 de septiembre del presente año y contará con la participación de destacados científicos nacionales e internacionales, como el premio Nobel de química mexicano Mario Molina.

Esta conferencia surgió en Europa y es la primera vez que tendrá como sede a un país de América Latina. “Tenemos el privilegio y el honor de presentar esta conferencia en sistemas complejos organizada por la UNAM”, mencionó José Luis Mateos, coorganizador de la CCS17 e investigador del Instituto de Física. Se espera una gran participación internacional de científicos, muchos de ellos “grandes expertos de los sistemas complejos”, enfatizó Mateos.

Esta conferencia está organizada por los institutos de Física y de Matemáticas Aplicadas y Sistemas de la UNAM, así como el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) de la máxima casa de estudios. Además cuenta con el apoyo del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Complejidad (LNCC-C3), la Secretaría de Educación Pública, la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM y el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt).

La mayoría de los participantes son académicos y estudiantes mexicanos especialistas en el análisis de problemáticas tan diversas como las epidemias, la movilidad humana, las redes neuronales, los estragos del cambio climático o la extinción de animales y plantas.

Para Mateos, este evento mostrará la madurez de los científicos mexicanos al resto de la comunidad científica internacional “y será una oportunidad para poner a México en el panorama global de los sistemas complejos”.

Las ciencias de la complejidad: una nueva forma de hacer ciencia

“La complejidad no es una nueva rama de la ciencia, es un nueva forma de hacer ciencia”, mencionó Carlos Gershenson, coorganizador de la CCS17 y coordinador del LNCC-C3. De acuerdo con él, la ciencia tradicionalmente es reduccionista, es decir, los científicos aíslan al objeto de estudio de su medio ambiente y lo reducen en sus componentes. Posteriormente integran esta información suponiendo que un fenómenos es la suma de sus partes.

Sin embargo, muchos fenómenos no pueden aislarse ni reducirse en sus componentes, pues las interacciones entre sus elementos son no lineales y dependen unos de otros. Se dice que estos son problemas complejos.

“Todos los problemas globales y de importancia nacional son de naturaleza compleja. Por eso es muy importante que se desarrollen este tipo de investigaciones”, dijo Gershenson. Muchos de estos estudios cuentan con la participación de científicos de diversas disciplinas y se apoyan en las herramientas computacionales para poder hacer simulaciones y predicciones.

Desarrollar investigaciones en sistemas complejos es importante para un país como México, ya que muchos de los problemas nacionales son de esta naturaleza. Para Gershenson, “la ciencia en general es imprescindible para resolver problemas en México, los problemas no se resuelven con ocurrencias o por sí mismos [...], si no se invierte en ciencia no se resolverán. La conferencia es una oportunidad para brindar soluciones”.

Una nueva tendencia de hacer investigación en la UNAM

La tendencia de la ciencia hacia la interdisciplina existe desde hace 20 años. México fue uno de los países pioneros en el estudio de sistemas complejos, especialmente en el Instituto de Física de la UNAM, donde en 1990 se creó el primer departamento con investigadores especialistas en estos temas.

“Hemos visto que en las últimas décadas los paradigmas de la investigación científica han evolucionado a partir de las nuevas tecnologías. Ahora ha surgido un nuevo paradigma: la ciencia de datos”, mencionó Humberto Carrillo Calvet, encargado de vinculación del C3.

Fue hasta hace unos años que se creó un centro dedicado al estudio de los sistemas complejos. “Se ha creado el C3 para propiciar encuentro para los científicos. Además, se ha creado también un laboratorio nacional que coadyuvará para acercar a la sociedad mexicana las soluciones que surjan de esos esfuerzos interdisciplinarios”, mencionó Carrillo Calvet.

Y esta nueva forma de hacer ciencia ha tenido resultados. Este año el C3 y el laboratorio nacional han aportado una solución para los problemas de movilidad urbana en la capital mexicana, como la intervención en el metro Balderas para el ascenso y descenso eficiente de los pasajeros o el desarrollo de una aplicación para compartir viajes llamado PUMA Ride.

Sin duda, esta conferencia será una gran oportunidad para mostrar la calidad de la investigación científica que hay en México y conocer las propuestas internacionales que pueden brindar la perspectiva desde los sistemas complejos.