Aleida Rueda / IFUNAM en los medios6/nov/2017
Los rayos cósmicos han puesto a trabajar a arquéologos y egiptólogos.
Hace unos días, la revista Nature publicó un artículo en el que un grupo internacional de científicos reportan un "gran vacío" de 30 metros de largo dentro de la Pirámide de Keops, en Egipto, del que no se tenía ninguna noticia.
Este vacío ha sido identificado gracias a la capacidad tecnológica que tienen ahora los físicos para detectar los rayos cósmicos que provienen del Universo. Cuando estos rayos interactúan con los átomos de las capas de las capas exteriores de nuestra atmósfera, se produce una lluvia de partículas conocidas como muones.
El investigador del Instituto de Física, Arturo Menchaca Rocha, uno de los pocos investigadores mexicanos que han utilizado a los muones previamente para analizar el interior de la pirámide del sol, en Teotihuacan, fue entrevistado por diversos medios internacionales sobre el hallazgo en Giza.
“Los muones son partículas oportunistas que cruzan más por donde hay poca materia y menos por donde hay mucha materia”, dijo Menchaca. Esta característica ha sido aprovechada para explorar la densidad de distintas cosas: desde la nieve en las montañas de Australia hasta, más recientemente, el interior de minas y volcanes.
La detección de muones para explorar pirámides no es nueva. Lo hizo Luis Álvarez, físico estadunidense ganador del Premio Nobel de Física en 1968, en la pirámide de Kefrén en Egipto en busca de huecos, túneles o entierros. Ni Álvarez ni Menchaca encontraron huecos en las pirámides, pero el conocimiento que arrojaron sus respectivos proyectos no fueron en vano.
Ahora, el nuevo equipo que ha reportado el 'gran vacío' reúne las experiencias de todos científicos como Álvarez y Mechaca, para conformar una misión denominada ScanPyramids, que inició en 2015 con el impulso del gobierno egipcio y un grupo de investigadores de Francia y Japón.
El equipo interdisciplinario, que reúne especialistas en física, robótica e inteligencia artificial, logró hacer esta radiografía gracias a detectores que pusieron dentro y fuera de la pirámide a través de los cuales fue posible 'ver' la trayectoria de los muones. Una de ellas, por ejemplo, es un detector conformado por placas superpuestas, que cuando es atravesado por un muón, dado que es una partícula cargada, se modifica el voltaje inicial y aparece un pulso eléctrico con el que se puede determinar su intensidad y sus coordenadas.
Gracias a esta tecnología, el equipo de ScanPyramids no tiene dudas de que existe esta cavidad dentro de la pirámide Keops. El reto, ahora, es para los arqueólogos y egiptólogos que deben empezar a investigar el origen de esta cámara y responder las preguntas que la física les arroja.
Cobertura en medios:
Inside Giza’s Great Pyramid, Scientists Discover a Void
Cosmic rays reveal mysterious void in Egypt’s Great Pyramid
Cosmic rays reveal mysterious void in Egypt's Great Pyramid
Partículas llegadas del espacio desvelan un ‘gran vacío’ dentro de la pirámide de Keops
Artículo original:
Discovery of a big void in Khufu’s Pyramid by observation of cosmic-ray muons
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