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El IF, en contra de la violencia de género en la ciencia

Reyna Alejandra Fonseca Velázquez
26/jun/2018

Hace unas semanas el prominente biólogo de cáncer Inder Verma, renunció a su institución el Salk Institute for Biological Studies en San Diego, California, luego de que se revelaran múltiples denuncias de acoso sexual y hostigamiento en su contra por parte de alumnas y colegas a lo largo de 40 años.

El hecho que cimbró el Salk Institute, así como la comunidad científica dentro y fuera de Estados Unidos, se suma a una lista de casos que cuestionan seriamente qué tanto se discute, reconoce y evita la desigualdad, el acoso y la violencia de género en la ciencia.

El pasado jueves 14 de junio, el Instituto de Física organizó el conversatorio "Reflexiones: Igualdad y equidad de género", en busca de concientizar y sensibilizar a la comunidad de la visible brecha de género que existe en la ciencia.

En el encuentro, se subrayó la importancia que tiene la participación de todos en la construcción de igualdad, equidad de derechos y de oportunidades, para hombres, mujeres y personas sexodiversas.

Participaron Leticia Cano Soriano, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social; Mónica González Contró, abogada general de la UNAM; Rubén Hernández Duarte, secretario de igualdad de género del Centro de Investigación de Estudios de Género (CIEG) de la UNAM; y el director del IF Manuel Torres, quien moderó las participaciones.

Uno de los principales problemas que resaltó el director del IF fue la notoria desigualdad de género en la ciencia y en la física, especialmente. En los 80 del Instituto de Física (IF) de la UNAM y un poco más desde que se creó la carrera de física en México, “la participación de la mujer ha sido escasa” aunque cada vez más importante, expresó Labansat.

Un artículo reciente, dijo, muestra que los pronósticos de eliminación de la brecha de género en la física, en todo el mundo y no solo en México, no son nada alentadores: “puede tardar más de 50 años cerrar la brecha”, afirmó.

Coincidió con él Leticia Cano: “la participación de las mujeres científicas ha sido, hasta hoy en día, minoritaria”. Aunque hay múltiples causas que propician esa menor participación de las mujeres en ramas como la física, las matemáticas o las ingenierías, no debemos concluir que “esto es así, y ya”, sino entender y trabajar para propiciar condiciones de plena libertad y seguridad para todos y todas.

“Dentro de nuestra universidad aún vivimos en inequidad y no en igualdad”, dijo Cano pero aclaró que “no se debe a que los hombres sean malos y las mujeres buenas; no es un tema de blanco o negro”, sino de ver cómo el sexo de una persona puede intervenir en la forma en la que es tratada por su comunidad, o en la que se le adjudican virtudes o limitaciones.

Es frecuente que a las científicas se les diga “qué guapa”, incluso como una característica más relevante que su trabajo académico. “Yo no veo que a los científicos les digan ‘qué guapo’. Eso nos habla de que el sexo y la apariencia de una persona, importan para hacer juicios sobre su desempeño. Y no debería ser así”, dijo Rubén Hernández.



Participantes de la mesa sobre igualdad de género. Foto: IFUNAM.

Condiciones sexistas en la ciencia

En el CIEG, la dependencia de la UNAM enfocada en temas de género, han identificado algunos puntos que ocurren dentro de la comunidad universitaria y científica que deben ser atacados para hacer frente a la brecha de género.

De acuerdo con Hernández, ocurre que en los espacios académicos segregan o violentan a personas por su sexo en los espacios académicos; las mujeres no suelen ocupar los puestos de mayor reconocimiento en las entidades académicas; y en general, las mujeres ocupan más tiempo en actividades domésticas que los hombres, lo que puede propiciar una menor productividad respecto a sus colegas masculinos.

También son frecuentes los estereotipos y la discriminación en función del sexo; hay casos de abuso de poder por razones de género; y, finalmente, la comunidad LGBTIQ+, también llamada, sexodiversa, es invisible. No hay datos específicos sobre cuántas personas sexodiversas hay en la Universidad ni cuáles son sus problemáticas. En pocas palabras, hay muchas cosas que debemos entender y resolver.

La necesidad de acciones

La UNAM ya aguzó sus oídos ante la denuncia del más grave de estos puntos, la violencia de género. Para poder ofrecer la mejor atención a los(as) alumnos(as), académicos(as) y personal administrativo de nuestra universidad que se encuentren ante un caso de violencia de género, en 2016 se creó el Protocolo de atención a casos de violencia de género de la UNAM, el cual “manda un mensaje de cero tolerancia ante casos de violencia de género” en nuestra universidad, dijo la abogada general Mónica González.

González destacó que desde la aparición del Protocolo, “hemos tenido un incremento en las denuncias de violencia de género”, que no significa que hayan crecido los casos de violencia en la UNAM sino que las personas se sienten con mayor confianza para denunciar y también tienen mayor conocimiento sobre el proceso legal que seguirá su caso.



Participantes de la mesa sobre igualdad de género. Foto: IFUNAM.

“La primera etapa es la orientación, después se levanta la denuncia formal y luego se ofrece seguimiento a las víctimas”, afirmó la Abogada General. También se ofrece acompañamiento psicológico para quien lo requiera.

El Protocolo también establece la posibilidad de que cualquier integrante de la comunidad sea orientador u orientadora en contra de la violencia de género. Pues es necesario que en las diversas entidades académicas de la UNAM haya una persona preparada para apoyar a quien necesite apoyo o hacer una denuncia. La capacitación, en ese sentido, es inminente. Quienes lleven a cabo la orientación deben tomar un taller, que ofrece la UNAM, para que aprendan a distinguir entre qué sí y qué no es considerado violencia de género.

Y aunque ya se atiende particularmente la violencia de género en la UNAM, Hernández explicó que es necesario atacar todas estas dinámicas sexistas para erradicar el problema de la desigualdad.

Leticia Cano, resaltó la responsabilidad que tiene la UNAM para “formar profesionales con perspectiva de género, con enfoque de derechos humanos y con inclusión social”. Esto, para unificar las dinámicas de equidad de género en las diferentes entidades académicas que conforman la universidad, pues en cada una de ellas posee su propia postura y visión del mundo. Para Cano “hombres y mujeres, tenemos que reaprender a convivir con las diferencias”.

Con esto en mente, el IF ya ha incluido en su página web la sección Igualdad de Género en el IF donde además de publicar el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la UNAM en extenso y su versión “amigable”, también destaca la participación de las investigadoras del IF para fomentar vocaciones científicas en las jóvenes.



Participantes de la mesa sobre igualdad de género. Foto: IFUNAM.