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"La ciencia es una necesidad, no un lujo”: Helen Quinn

David Salcedo
13/dic/2018

“Los políticos deben entender que la ciencia es una necesidad, no un lujo, porque es un tipo de conocimiento que está directamente ligado a la resolución de los problemas que cada vez se hacen más grandes; con la ciencia se trata de entender cómo funciona el mundo”, explicó la ganadora de la medalla Oskar Klein en 2008 de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, Helen Quinn, en su reciente visita a México.

En entrevista para Noticias IFUNAM, la naturalizada estadounidense Helen Quinn explicó la necesidad de promover el pensamiento científico en los países de América Latina, ya que “hay muchos problemas, como el calentamiento global, la falta de agua o la sobrepoblación, que pueden resolverse si los políticos dejaran de considerar que la ciencia es un lujo de los países más desarrollados”.

“La ciencia está basada en hechos, en estudios de cosas que suceden en el mundo, cómo funciona, no en creencias o en la fe, y eso es algo que los políticos deben entender, que nosotros no inventamos problemas, como lo ha insinuado el presidente de mi país (Donald Trump), encontramos problemas que ya existen”, declaró la investigadora.


Helen Quinn, en su visita al IFUNAM. Foto: David Salcedo/Unidad de Comunicación.

De acuerdo con ella, una de las soluciones, y en la que más trabajo ha dedicado como profesora y miembro de la Junta de Educación en Ciencias del Consejo Nacional de Investigación de la Academia Nacional de Ciencias (NAS, por sus siglas en inglés), es a través del cambio en la enseñanza de la ciencia en escuelas. Para ella, “la educación y la percepción de la ciencia cambia con el tiempo y nuestro trabajo como promotores del cambio es adaptarnos”, explicó.

Asimismo, Helen hizo especial énfasis en que a través de la educación, las futuras generaciones encontrarán respuestas tanto para la ciencia misma como, por ejemplo, la resolución de ecuaciones o el hallazgo de la antimateria, como para la sociedad, como el mejor aprovechamiento de recursos o el desarrollo fuentes de energía alternativas, de esa manera, también los futuros políticos crecerán con una educación científica.

Cambiar la educación: experimentar, no memorizar

El pasado lunes 29 de octubre, Helen Quinn dio una conferencia en la Facultad de Ciencias de Ciudad Universitaria para hablar de los cambios y los nuevos retos de enseñar ciencias en nivel medio superior.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), una de las causas del fracaso escolar en los alumnos es por el método de enseñanza a través de la memorización de datos; la realización de planes de estudios homogéneos (es decir, que todos están hechos para seguir un solo modelo y no para adaptarse a un contexto sociocultural); la falta de preparación docente, entre otros.


Helen Quinn, en su visita al IFUNAM. Foto: David Salcedo/Unidad de Comunicación.

De manera que la propuesta de la investigadora es atacar una de esas deficiencias: sustituir la memorización de datos por la experimentación para adquirir un pensamiento científico. Quinn ha aplicado este método de enseñanza desde 2015 como miembro de la Junta de la Universidad Nacional para la Educación en Ecuador.

“Como profesor, uno se preguntaría, ‘¿por qué debería enseñar ciencia de una manera diferente si conmigo funcionó?’ Bueno, la respuesta es porque los tiempos cambian, y con ello, las generaciones, las cuales tienen una concepción diferente de cómo funciona el mundo. Memorizar ya no es importante para el alumno, lo que necesitan es analizar y evaluar información a través de la experiencia”, dijo Helen Quinn.

Mientras que en generaciones anteriores los estudiantes estaban acostumbrados a tomar notas y estudiar durante horas en bibliotecas, hoy esas habilidades ya no son necesarias. Según Quinn, “está comprobado que memorizar datos, números y conceptos, no funciona ni para que los estudiantes estén interesados en la ciencia, ni tampoco para que entiendan los problemas y los puedan resolver”.

“Los nuevos jóvenes ya no son así, ellos tienen que vivirlo para comprenderlo, posteriormente tendrán la necesidad de conceptualizar y memorizar para afinar sus pensamientos, en resumen, deben aprender a aprender”, puntualizó Quinn.

Una de las recomendaciones que dio para la enseñanza fue buscar experimentos de ingeniería como actividades de educación, ya que la ciencia y esa actividad se parecen, pues ambas requieren planteamientos y respuestas, desarrollo a través de modelos, planeación, análisis e interpretación de datos.

También dijo que en su labor le ha funcionado llegar a la gente a través los libros tanto digitales, como de papel. Sin embargo, “es un reto en países como Ecuador o México, porque actualmente, ¿quién lee un libro, especialmente uno de física? Su cultura es muy heterogénea y diversa”, detalló.


Helen Quinn, en su visita al IFUNAM. Foto: David Salcedo/Unidad de Comunicación.

El reto de México

De acuerdo con la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología, México tiene registrados 28 mil 634 investigadores, entre los cuales se reparte menos del 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en conjunto con instituciones y universidades para continuar con investigaciones en todas las áreas del conocimiento.

La UNESCO publicó desde 1972 un estudio sobre el fracaso escolar donde señala que algunas de las principales causas por las que desertan los alumnos en zonas rurales (cerca del 30 por ciento de la población, según INEGI) son la frontera del idioma, el desinterés de los alumnos, las desventajas socioeconómicas y, muy recientemente, la falta de acceso a internet, al cual, poco más del 60 por ciento de los mexicanos tiene acceso.

Al platicar con Noticias IFUNAM, Helen Quinn explicó que “cada país necesita hacer que sus políticos hagan leyes enfocadas a resolver problemas – por su puesto, para hacerlo deben notar que se está hablando de ciencia-, pero ese no es un trabajo de un solo sector, es algo que envuelve a muchos sectores, es todo un sistema el que debe cambiar”, comentó.

Del 22 al 29 de octubre, la investigadora impartió conferencias, entrevistas y charlas con alumnos, profesores e investigadores en Ciudad Universitaria acerca de su trabajo en la creación de la Teoría Peccie-Quinn, la cual explica cómo las interacciones de partículas del Universo le dan una simetría entre materia y antimateria; las interpretaciones de la Ecuación de Dirac, la cual describe partículas elementales y predice la existencia de la antimateria; y su trabajo como promotora en la enseñanza pública de la ciencia en alumnos

Helen Quinn es especialista en física de partículas; de entre las distinciones que ha ganado se encuentran: la Medalla Paul Dirac, en 2000; el Premio J.J. Sakurai en 2013; la Medalla Karl Taylor Compton en 2016; y la Medalla Benjamin Franklin en 2018. Durante su visita al IF, el director Manuel Torres Labansat entregó a la investigadora una medalla como reconocimiento a su trayectoria como creadora y promotora de la ciencia.


Helen Quinn, en su visita al IFUNAM. Foto: David Salcedo/Unidad de Comunicación.

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