Andrés Reséndiz09/may/2019
A sus 86 años, el investigador Germinal Cocho Gil falleció hoy.
“Mientras el cuerpo aguante pues sigo aquí en la UNAM, no tengo una enfermedad seria, no puedo protestar de la vida hago lo que me gusta, he ayudado a familias… intento ayudar en lo que puedo”, dijo Germi hace unos meses, en el más reciente homenaje que le ofrecieron en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Ciencias y Humanidades de la UNAM.
Germinal no solo fue un científico adelantado a su tiempo, tan creativo como culto en muchas de las ramas del conocimiento, también fue el profesor octogenario que inspiró a muchas generaciones de investigadores, siempre ocurrente y poseedor de una memoria prodigiosa.
Por todas estas cualidades, el pasado 26 de febrero un grupo de académicos del CEIICH, le rindieron un homenaje con un documental titulado “Germi” y un conversatorio sobre la vida y obra del investigador del Instituto de Física a partir del libro Ciencia, Humanismo y Sociedad.
En el evento, que se llevó a cabo en la Torre II de Humanidades en Ciudad Universitaria, participaron investigadores y docentes formados académicamente por el investigador nacionalizado mexicano: Ricardo Mansilla Corona, investigador del CIICH y coordinador de dicho evento; Pedro Miramontes y Faustino Sánchez Garduño, ambos profesores e investigadores de la Facultad de Ciencias de la UNAM, quienes fueron alumnos de Germinal Cocho.
En el filme, se dan algunas pinceladas de la vida de este académico: desde sus primeros años en México en calidad de refugiado, tras su escape de España en 1943 debido a la persecución del régimen franquista; sus años como brillante estudiante de educación media en los que empieza a gestarse en él el amor por la ciencia.
“Yo, en secundaria y preparatoria, me iba bien en todas las materias me gustaban un poco más las materias de tipo científico pero mi tendencia era irme a ingenieria”. El documental muestra como tras ser influenciado por sus padres y maestros en su formación profesional, se decide por estudiar la carrera de medicina y, posteriormente, la de física; hasta sus años como investigador, como fructífero generador de ideas, proyectos y amistades.
También se aprecia a Germi como un activo defensor de la investigación científica para el desarrollo humano, siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesita además de demostrar su eterno amor por la universidad.
Tras obtener el doctorado de física teórica de partículas en la Universidad de Princeton en 1962, Germi comenzó a realizar estudios interdisciplinarios e incursionó en los sistemas complejos convirtiéndose en “uno de los pioneros en hablar de sistemas complejos en el mundo”, aseguró Lorena Caballero Colorado, doctora y docente en la Facultad de Ciencias de la UNAM, quien fuera su estudiante.
Cocho también fue crítico del mal uso de la ciencia para la creación de armamento bélico, dejándolo claro en la protesta que realizó en el año 1973 en contra de la visita a la UNAM del físico estadounidense y premio Nobel de Física 1968, Murray Gell-Mann, por su participación activa en el proyecto Jason, el grupo que propuso al gobierno de los Estados Unidos el uso de armas químicas contra el pueblo vietnamita. La protesta de Cocho, y de otros académicos, logró que se cancelara la conferencia que se ofrecería en las instalaciones de la universidad.
Además de sus experiencias como docente e investigador, el documental relata eventos de su vida familiar y de sus viajes por el mundo, sus pasiones y sus gustos. “En el momento actual, quiza mi pasatiempo es oir música y leer… leo literatura como novelas policiacas hasta novelas serias o ensayos serios…”, contó Germi.
El documental también retrata la forma de ser de Cocho Gil como docente: “la forma como él expone no es viendo al público, tiene pizarrón a lado de forma que él entiende, en general hay que seguirle las ideas”, contó Faustino Sánchez
.Tras el documental Germi, como también es llamado de cariño por sus más allegados, los exalumnos de Gocho Gil que hoy se desempeñan como investigadores y docentes, hablaron del libro y de la habilidad de Cocho para explicar hechos sociales o fenómenos físicos entrelazándolos con otras disciplinas y buscando cosa en común.
“Me tocó llevar un curso de física moderna II. Uno de los profesores que la impartían era precisamente el Germinal Cocho. Este curso era realmente novedoso se hablaba lo mismo de origen de la vida como de estructuras disipativas, de gravitación, de energética, de biofísica, de astrofísica”, recuerda Sánchez.
De curiosidad infinita y conocimientos abundantes, en el encuentro se celebró la vida de Cocho Gil, como una verdadera biblioteca andante generadora de ideas. “El día que Germinal no esté con nosotros es como si se quemara la biblioteca de Alejandría”, dijo Mancilla.
Pero a Germi no parece molestarle el paso del tiempo. “Mientras el cuerpo aguante pues sigo aquí en la UNAM, no tengo una enfermedad seria, no puedo protestar de la vida hago lo que me gusta, he ayudado a familias… intento ayudar en lo que puedo”, concluyó.