Luciana de la Fuente6/ene/2020
Desde que escribió sus primeros códigos, la programación fue la ruta que llevaría a Eduardo Espinosa Ávila a ser parte del Instituto de Física de la UNAM.
Hoy, con doctorado en Ciencias de la Computación, es uno de los técnicos académicos de la Secretaría Técnica de Cómputo y Telecomunicaciones, del Instituto de Física (IF), donde desarrolla software y colabora con propuestas de programación que hacen que algunos procesos administrativos sean más eficientes.
“Se me hizo impresionante que una máquina hiciera exactamente lo que yo le pedía que hiciera”, comenta Eduardo respecto a esos primeros códigos que escribió durante la preparatoria, la etapa de su vida que definiría su camino profesional. A pesar de que desde niño tuvo habilidad para las matemáticas, un profesor del bachillerato le hizo notar su talento y le sugirió estudiar alguna ingeniería. Desde que escribió sus primeros códigos, la programación fue la ruta que llevaría a Eduardo Espinosa Ávila a ser parte del Instituto de Física de la UNAM.
Entonces decidió entrar a la Facultad de Ingeniería de la UNAM, donde comenzó sus estudios en la carrera de ingeniería en computación.
Al salir de la Facultad, Eduardo obtuvo su primer trabajo en una dependencia administrativa de la UNAM, donde también desarrollaba códigos para los programas de la administración.
Sin embargo, esta actividad le resultó monótona. Así que optó por entrar a la maestría en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas (IIMAS) de la UNAM, donde también realizó un doctorado en Ciencias de la Computación.
“Me apasionó, me enamoré por completo de la computación y por eso seguí estudiando”, afirma Espinosa Ávila.
Durante su tesis de maestría, entre 2008 y 2009, Eduardo trabajó en uno de los sistemas que utiliza actualmente el Instituto de Matemáticas de la UNAM, donde desarrolló un módulo para la organización de currícula. Este sistema se llama InfoMatem y se encarga de archivar y procesar la información de quienes laboran en ese Instituto.
Desde el 2015, Eduardo, quien cuenta que llegó al IF porque encontró la oferta laboral en redes sociales, está a cargo de SALVA y SIESTA, dos sistemas desarrollados originalmente por sus antecesores que se crearon para hacer más eficiente la información de la comunidad que forma parte del Instituto.
El primero contiene todo el historial de currícula de todos los académicos del IF, con los cuales se generan informes anuales y planes de trabajo; el segundo es el sistema que administra a los estudiantes asociados del IF, es decir, con él se tiene registro de sus actividades, con qué académico trabajan, entre muchas otras características.
Eduardo ha implementado diversas mejoras a estos sistemas que, en general, “facilitan la vida tanto de los académicos como del personal administrativo”, asegura.
Antes de que existieran, cada académico debía entregar un documento de Word a la Secretaría Académica y ahí el personal se encargaba de hacer resúmenes informativos de cada uno de forma manual. Ahora, con tan solo entrar a SALVA cuentan con todos los datos organizados y los resúmenes salen directamente del mismo sistema. Gracias al éxito de esta mejora, Eduardo llevó también esta modalidad al programa SIESTA.
El IF es uno de los pocos Institutos que cuenta con su propio sistema de administración de currícula y de información de estudiantes asociados. Otros institutos y dependencias dentro de la UNAM usan sistemas comprados, lo que involucra el pago anual de una licencia y desarrollos específicos a las empresas externas.
La ventaja de tener un sistema original es que cualquier cambio lo realizan los mismos programadores del IF. Los beneficios de SALVA han sido tan satisfactorios que ha sido adoptado por otros institutos, como el de Geofísica o de Investigaciones Económicas.
Crecimiento laboral en el IF
“Trabajando aquí desarrollé principalmente el análisis de datos”, menciona Eduardo sobre los cuatro años que lleva en el IF. “La programación es darle instrucciones a la máquina para resolver problemas, mientras que el análisis de datos se centra justo en obtener información basada en datos adquiridos y almacenados previamente”, define.
Al entrar al IF le solicitaron crear un sistema llamado Business Intelligence, el cual se encarga de presentar con gráficas la información resumida y obtenida de los datos almacenados en SALVA. Eduardo realizó el desarrollo completo, desde el análisis hasta la implementación del programa, que ya funciona en el IF desde el 2016 y ha permitido agilizar la toma de decisiones, además de seguir añadiendo funcionalidades al mismo.
Su crecimiento laboral de los últimos años ha rendido frutos pues el desarrollador de sistemas fue invitado a dar clases en la primera generación de la carrera Ciencia de Datos de la UNAM, misma que fue aprobada este año.
Esta carrera busca formar profesionistas capaces de “seleccionar, preparar, analizar, evaluar y comunicar cantidades masivas de datos de cualquier tipo, de manera responsable para la toma de decisiones y la resolución de problemas en los sectores científicos, tecnológicos, empresariales y sociales”, afirmó el Consejo Universitario de la UNAM durante la presentación oficial de la licenciatura en marzo del año en curso.
“Formar parte de la primera generación de una nueva carrera es muy gratificante”, afirma Eduardo, quien es también aficionado a la lectura, estudiante de náhuatl y aprendiz de danza guerrera mexicana.
Eduardo Espinosa asegura a los futuros programadores que van por el camino correcto y muy probablemente tendrán trabajo asegurado. A diferencia de los que piensan que es el trabajo del futuro, él corrige y afirma: “Es el trabajo de hoy”.
*Agradecemos el apoyo de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la CDMX para el desarrollo de este contenido, que forma parte del proyecto "Física para Todos desde el Instituto de Física".
