Fernanda Zamora12/08/2022
El pasado 24 de marzo se llevó a cabo, en las instalaciones del IFUNAM, la ceremonia de homenaje póstumo a las personas de la comunidad del Instituto de Física fallecidas en los últimos años.
Al comienzo de la ceremonia, la doctora Cecilia Noguez Garrido, directora del Instituto, compartió unas palabras: “Es tiempo de agradecer a todos aquellos que ya no nos acompañan, agradecer lo mucho que aportaron a nuestro Instituto y reconocer el claro vacío que nos dejan. Sin embargo, también nos dejaron un legado que debemos continuar y engrandecer. Cada uno de nosotros tenemos un lugar especial en este Instituto; y hoy queremos honrar el lugar de aquellos que partieron a lo largo de estos dos años.” Seguido de esto, pidió guardar un minuto de silencio en honor a las personas conmemoradas.
Después de las palabras de la directora, continuó el turno de la Dra. Corina Solís Rosales, investigadora del Departamento de Física Nuclear y Aplicaciones de la Radiación, quien recordó a la Dra. María Esther Ortiz Salazar con una de sus frases: “La perseverancia es la esencia de la investigación experimental, la entrega, empatía e ingenio dentro del grupo de trabajo son la corona”. La Dra. Ortíz Salazar comenzó su trabajo dentro de la UNAM en el primer acelerador instalado en 1953. Se dedicó al estudio de reacciones de núcleos pesado e instrumentación, la cual fue su línea de estudio. Pionera en la física nuclear en México, la investigadora Emérita del SNI y de la UNAM colaboró por más de 60 años en el Instituto. Además, fue profesora del de la Facultad de Ciencias y fue uno de los pilares para la creación del Laboratorio Nacional de Espectrometría de Masas con Aceleradores (LEMA). La siempre cálida presencia de María Esther Ortíz se queda en la memoria de todas las generaciones que tuvieron la fortuna de conocerla.
La Dra. Solís Salazar también recordó las aportaciones de la Mtra. Esbaide Adem Chaín, quién perteneció al mismo Departamento. Fue investigadora del IFUNAM desde 1971, trabajó en el acelerador Van de Graaff de 2.2 MV, instalado en el instituto en 1953. Empleó los haces de electrones para la conservación de alimentos y en los estudios del efecto de la radiación ionizante en polímeros.
Por su parte, la Dra. Myriam Mondragón Ceballos, investigadora del Departamento de Física Teórica, recordó al Dr. Alfonso Javier Mondragón Ballesteros y al Dr. Jorge Andrés Flores Valdés.
Alfonso Javier Mondragón Ballesteros fue el séptimo doctor en física de México, habiendo iniciado su quehacer científico como estudiante del Dr. Marcos Moshinsky. Se incorporó a la UNAM en 1954 como investigador asociado y como profesor en la Facultad de Ciencias. Fue pionero en la física de partículas elementales junto con el Dr. Germinal Cocho. Obtuvo la Presea José Antonio Alzate, la Medalla de la División de Partículas y Campos de la Sociedad Mexicana de Física y también, por medio de la Sociedad Mexicana de Física, se le otorgó el Premio a la Investigación Científica, así como el reconocimiento de Forjador de la ciencia, presentado por la UNAM. Fue miembro honorario de la Junta de Gobierno del Colegio Mexiquense. La presencia Alfonso Modragón sigue viva a través de la escuela que dejó en el Instituto de Física en donde investigadores consolidados preparan nuevas generaciones de especialistas de las altas energías.
Jorge Andrés Flores Valdés también se formó como bajo la tutela del Dr. Marcos Moshinsky. Fue Investigador Nacional Emérito del SNI y de la UNAM. Inició su carrera en la física nuclear teórica. En palabras de la Dra. Mondragón Ceballos, sus tres contribuciones más destacadas en el ámbito de la ciencia fueron: la física de las matrices aleatorias, la creación en conjunto del Museo Universum y las acciones para promover y descentralizar la ciencia a lo largo del país. Entre sus galardones, recibió el Premio de ciencias exactas de la Academia Mexicana de Artes y el Premio Universidad Nacional en Investigación de Ciencias y Artes y el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Recibió el premio Kalinga para la Divulgación de la Ciencia que otorga la UNESCO. Sin duda extrañaremos la presencia de Jorge Flores, quien siempre estuvo presente en la vida académica del Instituto de Física inyectando disciplina, vigor y energía.
Asimismo, el Dr. Jorge Montemayor Aldrete recordó al Dr. Héctor Octavio Murrieta Sánchez, quien en 1968 se graduó como físico con el diploma del mejor promedio de la carrera de la Facultad de Ciencias, donde fue profesor hasta 2021. A los 25 años ingresó al Departamento de Estado Sólido como investigador y a los 29 comenzó a publicar sus trabajos experimentales. Fue comisionado por el Instituto a una estancia en el Laboratorio Clarendon de la Universidad de Oxford. Colaboró con el Departamento de Óptica y Estructura de la Materia de la Universidad Autónoma de Madrid. Años después, esta Universidad le otorgó la máxima presea que concede: la Medalla de Oro por su actividad académica. Encabezó el Departamento de Estado Sólido por 13 años. El Departamento de Estado Sólido, que hoy ha diversificado y nutrido la investigación teórica y experimental que ahí se cultiva, fue encabezado por Héctor Murrieta por 13 años.
Por otro lado, el Dr. Fernando Magaña Solis recordó al Dr. Lorenzo Martínez Gómez, investigador que se hizo acreedor al Premio Nacional de Ciencias y fue Emérito del SNI. Formó a varias generaciones de estudiantes a nivel de licenciatura, maestría y doctorado. Contribuyó en los estudios de corrosión y de soldadura.
A su vez, María Luisa Araujo, delegada sindical del IFUNAM; ante el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) recordó a Araceli Camargo Máximo, a Edith Salma Ramírez Bermúdez, a Gerardo Reza Villanueva y a Margarita Enríquez Hernández, quienes fueron parte del personal de base de este instituto. Araceli Camargo Máximo, fue auxiliar de intendencia y parte del departamento de servicios generales. Edith Salma Ramírez Bermúdez, se desempeñó como secretaria del área de cómputo. Gerardo Reza Villanueva perteneció al taller mecánico. Margarita Enríquez Hernández fue auxiliar de intendencia y vigilante del Instituto. La dedicación y empeño que cada día imprimieron a su trabajo perdura en nuestra comunidad, muchas gracias a ellos.
Asimismo, el Dr. José Guadalupe Pérez Ramírez recordó a la Dra. Patricia Santiago Jacinto, del Departamento de Materia Condensada. En 2006 fundó la Comunidad de Laboratorios Compartidos, dentro de la Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet A.C. En el año 2016 fue miembro fundador del Global Science Community on Remote Instrumentation. Además de haber iniciado su trabajo en la nanociencia, Patricia Santiago fue pionera de esa disciplina en México y especialmente en el Instituto de Física, ella encabezó el primer estudio fue sobre los efectos de nanopartículas de oro empleando microscopía electrónica. Su presencia perseverante y disciplinada y alegre se queda en el recuerdo de quienes la conocieron.
Por su parte, el Dr. Andrés Sandoval Espinosa recordó al Dr. Fernando Alba Andrade y a la Mtra. Rebeca Trejo Luna. Fernando Alba recibió el primer título de físico en México en 1943 y el primer doctorado en física en 1956, ambos por la Facultad de Ciencias. Iniciador del desarrollo de instrumentación en el país con equipos de vacío de imanes de detectores y sistemas electrónicos, fue uno de los primeros investigadores del Instituto de Física. Fundamentó el desarrollo de la física experimental en física nuclear y de radiaciones. Fue profesor de la Facultad de Ciencias y de la Facultad de Ingeniería. Realizó estancias de investigación en el MIT y en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge. Supervisó la construcción del primer acelerador de partículas del país, el Van de Graaff de 2 MV. A un año de doctorarse fue nombrado director del Instituto de Física, en 1957, y fue director hasta 1970. Coordinador de la investigación científica de la UNAM en 1970 y miembro de la junta de gobierno de la misma Universidad, de 1972 a 1982. Fue presidente de la Sociedad Mexicana de Física y de la Academia de la Investigación Científica, Premio Nacional de Ciencias en 1969, Investigador Emérito del SNI en 1984 y de la UNAM en 1985, Premio Universidad Nacional en 1989 en la innovación tecnológica.
La maestra Rebeca Trejo, técnico académico titular del Departamento de Física Experimental, se enfocó en desarrollar métodos experimentales vinculados a la preparación de muestras para sus irradiaciones con iones y su caracterización por diversos métodos espectroscópicos. Fue una profesora de la materia de geometría analítica de la Facultad de Ciencias. La maestra Trejo Luna fue considerada para recibir el reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz en el año 2022. Rebeca Trejo siempre acompañó de forma discreta, pero cariñosa, a varias decenas generaciones estudiantiles que se formaron en la física de aceleradores del Instituto de Física.
Además, el Dr. Rolando Castillo Caballero recordó a la doctora Carmen Varea Gilabert, quien obtuvo su grado en la Facultad de Ciencias de la UNAM. En 1967 fue aceptada como estudiante graduada en la universidad de California en Berkley, donde consiguió su doctorado en 1973 sobre estructura electrónica de semiconductores, bajo la dirección del profesor Marvin Cohen. Trabajó en la UNAM, primero a la Facultad de Química a mediados de los años 70, y posteriormente se incorporó al en el Departamento de Física-Química del Instituto de Física en 1990, hasta su retiro en 2014. Fue la primera investigadora emérita del SNI en el Instituto de Física emérito ante el SNI, Premio de la Investigación de la Sociedad Mexicana de Física en 1996, y recibió la primera distinción Juana de Asbaje en el Instituto de Física. En la contribución científica de Carmen Varea sobresale un refinado gusto por el estudio de los delicados fenómenos que ocurren en las fronteras de los fluidos, abordados a través de sofisticados cálculos numéricos y analíticos.
Finalmente, la Dra. Noguez Garrido develó la placa conmemorativa, localizada a un costado del Edificio Marcos Moshinsky, para recordar a las personas fallecidas durante la pandemia y en fraterna solidaridad con todos aquellos que han perdido a un ser querido.
