Evelyn C. Ayala08/marzo/2024
En el marco del Día Internacional de la Mujer, recibió este viernes 8 de marzo el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz, la investigadora Karen Patricia Volke Sepúlveda, adscrita al Departamento de Física Cuántica y Fotónica, del Instituto de Física de la UNAM (IF).
Este Reconocimiento se otorga anualmente, desde el año 2003, a “profesoras, investigadoras, y técnicas académicas de escuelas, facultades, centros, institutos, y planteles de bachillerato que se han distinguido por su labor y aportaciones académicas”, según se lee en la Gaceta UNAM.
En esta edición se reconoció la labor de 78 mujeres de diversos campos y líneas de investigación, en compañía del rector de la Máxima Casa de Estudios, Leonardo Lomelí; las Coordinadoras de la Investigación Científica y Cultural, Soledad Funes y Rosa Beltrán; y miembros de la Junta de Gobierno, entre ellos, la investigadora Marcia Hiriart, presidenta en turno.
También asistió la presidenta de la Comisión Especial de Equidad de Género del Consejo Universitario, Susana Magallón, quien también es directora del Instituto de Biología; así como directoras de otros institutos, como la doctora Mercedes Rodríguez Villafuerte, directora del IF, entre sus colegas de otros centros y facultades de la UNAM, de acuerdo con información de la Dirección General de Comunicación Social (DGCS).
A propósito del contexto de violencia de género actual que ocurre en la región, particularmente en Argentina y El Salvador, la Coordinadora para la Igualdad de Género, Norma Blázquez, reflexionó sobre los avances y retrocesos en cuanto a la perspectiva de género:
“Las luces nos animan y dan fuerzas; las sombras alertan, pero lejos de hacernos retroceder, son un estímulo para continuar con mayor convicción en nuestra Universidad y en el país en el cambio hasta la igualdad, la no discriminación y una vida libre de violencia”, dijo durante la ceremonia.
Es precisamente la luz, el objeto de estudio y la herramienta de la investigadora Karen Volke, quien estudió física en la Facultad de Ciencias de la UNAM y realizó estudios de posgrado con especialidad en óptica en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE). También realizó una estancia doctoral en la Universidad de Saint Andrews, en Escocia.
Desde la óptica de Volke, es decir, desde su perspectiva, el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz, representa la oportunidad de visibilizar el trabajo de las académicas en las tres tareas sustantivas de la UNAM: la investigación, la docencia y la difusión de la cultura.
En cuanto a la investigación, Volke es referencia nacional e internacional por su labor en la óptica puesto que es fundadora del Laboratorio Universitario de Micromanipulación Óptica (LUMO), que actualmente dirige junto al investigador Alejandro Vásquez, y que abarca el estudio y la aplicación de campos ópticos y acústicos estructurados, el desarrollo de nuevas trampas ópticas y acústicas, el estudio y aplicación de propiedades ópticas no-lineales en sistemas coloidales y el estudio de analogías entre sistemas ondulatorios.
Para lograrlo, la investigadora apela a la interdisciplinaridad, de modo que la confluencia de varias disciplinas ofrezcan una visión más profunda de la ciencia y sus aplicaciones. “Para abordar problemas más ambiciosos busco establecer colaboraciones. Por ejemplo, yo no era especialista en acústica, pero me conecté con colegas que sí lo son y juntos aprendimos del otro. Si de pronto decidimos que queremos estudiar un problema en el que tal vez podemos aplicar lo que sabemos en un sistema biológico, por ejemplo, tenemos que contactarnos con una persona de la otra área y, una vez más, tratar de aprender mutuamente”, asegura Volke.
En cuanto a la docencia y la difusión de la cultura, la investigadora aplica un método muy particular de enseñanza que parte desde la empatía, ya sea que se dirija a estudiantes de física o al público no especializado en la física o alguna especialidad relacionada con ella como la óptica.
“Cuando doy clases o cuando hago una actividad de divulgación, trato de pensar cómo me hubiera gustado a mí que me enseñaran cuando yo estaba en esa etapa o cómo me hubiera gustado que me dijeran las cosas”, dijo Volke, quien también recomendó buscar formas de transmitir eficientemente la información técnica.
Cada año, la investigadora participa en eventos masivos de divulgación científica como la Fiesta de las Ciencias y las Humanidades, el Día de Puertas Abiertas del IF y más recientemente, co-organizó el ciclo de eventos “¿Quién es la Física?” del IF, que recibió a más de 300 estudiantes de todas las edades, desde la educación básica (primaria y secundaria), bachillerato y estudiantes que ya están en la carrera de física.
Este ciclo de eventos fue parte del compromiso interno del IF que establecieron las académicas: la persona que reciba el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz ese año será quien organice las tareas de divulgación encaminadas a acercar a niñas, niños y mujeres a la ciencia, en particular a la física; e impulse a más colegas a participar.
“Para hacer divulgación busco ser receptiva, o sea, además de investigar sobre cómo puedo llegar mejor a gente que no tiene el conocimiento técnico de los fenómenos, pensar en cuál es el mensaje que quiero dejar. Es decir, sería absurdo que mi mensaje fuera que terminen sabiendo lo mismo que yo sé respecto a un fenómeno, el mensaje es que sepan que existe el fenómeno y debo causar curiosidad y ganas de aprender sobre el fenómeno”, aseguró la investigadora.
La investigadora advierte que cada vez hay más gente interesada en la luz y la óptica como línea de investigación, ya que ha podido observar grandes cantidades de personas inscritas en los congresos internacionales donde, nuevamente, está presente la interdisciplina, como la intersección de la óptica y fotónica con la tecnología, la medicina, la biología, entre otras.
Recibir el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz durante el Día Internacional de la Mujer fue aún más significativo para Karen Volke, ya que su madre, la Dra. Ibis Sepúlveda, fue reconocida por ser la primera socióloga rural de la Universidad Autónoma Chapingo y develó la placa del jardín que, a partir de hoy, lleva su nombre.
