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Un año de logros y retos para reflexionar

Aleida Rueda
27/nov/2012

Frente a investigadores, estudiantes y autoridades universitarias, Manuel Torres Labansat rindió su primer informe de actividades como director del Instituto de Física con una descripción de los logros más significativos y las tareas que serán los retos para los próximos años.

Con sus 114 investigadores, 50 técnicos académicos, 137 miembros del personal administrativo, 26 investigadores posdoctorales y 229 estudiantes asociados, el Instituto de Física es uno de los más grandes y maduros de la Universidad, expresó Torres.

“Se trata de una planta académica consolidada gracias a sus 110 líneas de investigación y 35 laboratorios”, dijo. Hay un alto número de investigadores titulares categoría C (45) y eméritos (10); y más del 90% pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores. En cuanto a productividad, Torres afirmó que aunque los números no son homogéneos, la mayoría trabaja activamente. En promedio, cada uno publica 1.9 artículos, imparte 1.1 cursos, y dirige 0.41 tesis de licenciatura, 0.24 de maestría y 0.11 de doctorado.

Además, comentó Torres, el IF está cada vez más activo en proyectos internacionales. Muestras de ello son: la participación en la construcción del Espectrómetro Magnético Alfa (AMS-02), ubicado en la Estación Espacial Internacional con el objetivo de buscar antimateria y que fue colocado finalmente en 2011; los avances en la colaboración del experimento ALICE como parte del Gran Acelerador de Hadrones; el término de la primera etapa del observatorio de rayos gamma (HAWC); y más recientemente, el ingreso para participar en el CTA (Cherenkov Telescope Array) para detectar rayos gamma de muy alta energía.

Otra muestra de la productividad del IF es la labor del Laboratorio de Vacío y Películas Delgadas que después de varios años sin servicio, se ha transformado para ofrecerlo a todo el Instituto; también se definieron seis proyectos para la asignación de nuevos laboratorios; se expandió el Laboratorio de Refinamiento de Estructuras Cristalinas (LAREC); y, más recientemente, se reinauguró el Laboratorio del Acelerador 5.5 MeV.

El director destacó también la creación dos unidades: la de Vinculación, que buscará relacionar al IF con otras entidades académicas, sociedad y empresas, como ya sucede exitosamente en el caso de los grupos de arqueometría, física médica y del LAREC. Y, por otro lado, la Unidad de Comunicación, que se encarga de difundir las actividades del IF al público no especializado y servir de enlace con los medios de comunicación.

A pesar de los logros contundentes y la productividad del Instituto, Torres señaló varios de los retos y de los problemas que requerirán reflexión y toma de decisiones por parte de la comunidad. Uno de ellos tiene que ver con el promedio de edad de los investigadores (58.5) que muestra una tendencia al envejecimiento de la institución y que requerirá un mecanismo de renovación justo y digno, afirmó.

Además, dijo, es necesario “fortalecer y crear nuevas líneas de investigación”, “renovar y modernizar varios de los laboratorios” así como lograr “que los académicos se comprometan e involucren de forma constante en las actividades sustantivas del Instituto”.

La presentación, que contó entre su público con ex directores, investigadores eméritos y directores de otros institutos del subsistema de investigación científica, fue respondido por el coordinador de la Investigación Científica, Carlos Arámburo de la Hoz, quien felicitó a Torres y a la comunidad del IF por el trabajo, la madurez y la calidad de la institución que la corrobora como “pilar del subsistema y para el desarrollo de la física en nuestro país”, dijo.

Arámburo coincidió con Torres en la necesidad de renovar la planta académica, aunque reconoció que el problema del envejecimiento es un problema de toda la Universidad. Sugirió dar seguimiento a los estudiantes posdoctales asociados, que en los últimos años aumentó 5 veces su cantidad en el IF. Recomendó analizar el asunto de que la productividad se haya mantenido constante en 10 años así como buscar más mecanismos para obtener recursos extraordinarios.

Arámburo cerró su intervención con énfasis en la oportunidad que tiene en estos días la Cámara de Diputados para respaldar la Agenda Nacional en Ciencia Tecnología e Innovación, en la que la UNAM ha participado activamente, y que busca posicionar a estos rubros como motores del desarrollo del país y lograr para ellos el tan anhelado 1% del Producto Interno Bruto.

Informe de actividades, 23 de noviembre del 2012. Fotos: Pedro Zaldívar Sánchez.