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En evolución el escenario del control de calidad de mastografías

Karina Maldonado Portillo
6/ene/2012

Se necesitan avances en la normatividad del control de calidad en equipos que detectan cáncer de mama, consideró César Ruiz Trejo, académico del IFUNAM, en el seminario 10 años en el control de calidad en mamografía (3 de noviembre).

Ruiz Trejo explicó que las normas existentes se encuentran en desarrollo, por lo que resulta importante ampliarlas para que contemplen más aspectos relacionados con la obtención de imágenes de alta calidad, indispensables en la detección oportuna del cáncer de mama.

"No basta con que exista la normatividad, sino también que ésta se cumpla", dijo Ruiz Trejo.

Según el documento “Estadísticas a propósito del Día Mundial contra el Cáncer” del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicado el 4 de febrero de 2011, en 2008 la incidencia de cáncer de mama fue de 14.63 por cada 100 mil mujeres de 15 años y más.

También menciona que el padecimiento se considera un problema de salud pública “debido al incremento gradual y sostenido de dicha enfermedad, así como al costo de su tratamiento”. Por ello, no sólo es necesario persuadir a las mujeres de que se revisen constantemente para detectar a tiempo las anomalías, sino que también es indispensable que los instrumentos de diagnóstico se encuentren en óptimas condiciones, aseveró durante la conferencia César Ruiz Trejo.

Con este fin, se han elaborado normas oficiales para el mantenimiento constante de los mastógrafos –instrumentos de diagnóstico que utilizan rayos X para obtener imágenes de la glándula mamaria ya sean digitales o impresas en película fotográfica-. En la creación de este marco legal han colaborado distintas instituciones en un trabajo multidisciplinario entre médicos y técnicos radiólogos, los físicos médicos y las instituciones de salud tanto del Estado como las no gubernamentales.

En 1996 el Diario Oficial de la Nación publicó cuatro normas oficiales las cuales regían las especificaciones técnicas, las responsabilidades sanitarias de las instalaciones y la seguridad radiológica de los diagnósticos médicos de rayos X. En éstas se incluía la norma oficial referente a las especificaciones técnicas de los equipos de diagnóstico médico con rayos X y en la cual participó ampliamente en su elaboración personal académico del Instituto de Física.

Después de cumplir su vigencia de cinco años, las cuatro normas se sometieron a revisión, tal y como lo dicta la Ley de Metrología y Normalización.

Como resultado se obtuvo la norma oficial mexicana NOM-229-SSA1-2002 “Salud ambiental. Requisitos técnicos para las instalaciones, responsabilidades sanitarias, especificaciones técnicas para los equipos y protección radiológica en establecimientos de diagnóstico médico con rayos X”. Ésta conjunta las cuatro normas que se publicaron en 1996, las cuales establecían las responsabilidades sanitarias en establecimientos de diagnóstico médico con rayos X (NOM-146-SSA1-1996), los requisitos técnicos para establecimientos de diagnóstico médico con rayos X (NOM-156-SSA1-1996), así como la protección y seguridad radiológica en el diagnóstico médico con rayos X (NOM-157-SSA1-1996) y las especificaciones técnicas para equipos de diagnóstico médico con rayos X (NOM-158-SSA1-1996).

La norma resultante establece los criterios del diseño y mantenimiento de las instalaciones fijas y móviles, así como las reglas sanitarias que se deben llevar a cabo para garantizar la protección a pacientes que estén expuestos a rayos X. Además de constituirse las condiciones necesarias para realizar los diagnósticos adecuadamente, también se establece el control de la aplicación de radiación a pacientes.

Y por último, se garantiza el buen funcionamiento de los mastógrafos: que compriman correctamente la glándula mamaria, que se obtengan imágenes nítidas, con un buen contraste, así como la calidad del haz y que no existan errores en la presentación de la imagen en los monitores ni en las impresiones de la imagen. De esta forma se evita que las imágenes no muestren anomalías que con el tiempo puedan deteriorar la salud de las pacientes debido a que no se detectaron a tiempo a pesar de que las pacientes acudieron a la revisión.

En relación con lo anterior, el trabajo del físico médico consiste -entre otras cosas- en diseñar y aplicar pruebas para evaluar la calidad de la imagen y la dosis de radiación impartida a los pacientes. A partir de la experiencia obtenida se establecen las pruebas de control de calidad que deben aplicarse a los mastógrafos y que pueden proponerse a los órganos reguladores para mejorar las normas.

César Ruiz Trejo mencionó que no ha tenido grandes dificultades para realizar las pruebas; sin embargo, “hay gran cantidad de pacientes que necesitan de los equipos y es difícil que se desocupen porque están en constante uso”.

Mientras tanto, se prevé que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios efectuará en 2012 una nueva revisión a la norma NOM-229-SSA1-2002, lo que implicaría un avance en el ámbito legal para que los mastógrafos -incluyendo a los que funcionan con tecnología digital- se sometan a pruebas que garanticen su funcionamiento adecuado y con ello se incremente la probabilidad de alcanzar una mayor certeza diagnóstica.