Aleida Rueda14/ago/2013
El 1 de agosto, el jurado emitió su veredicto y el premio fue entregado el día 7 en el marco del Fórum Internacional en Favor de la Salud, de la Coparmex, a través de su Comisión Nacional de Salud y de Protección contra Riesgos Sanitarios, con el objetivo de reconocer “la voluntad de aquellas personas e instituciones que ofrecen un valor agregado en favor de la salud”. Esta es la primera promoción de dicho premio.
Vergara Aragón, del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, junto con Jorge García Macedo, del Departamento de Estado Sólido del IFUNAM, y otros colaboradores han desarrollado un dispositivo para encapsular e introducir la dopamina en el cerebro directamente en pacientes con Parkinson.
La dopamina es un neurotransmisor que se encuentra muy disminuido en las personas que tienen esta enfermedad. Como resultado, su sistema motor se vuelve lento, sus músculos se ponen rígidos y sufren temblores cuando están en reposo. La deficiencia de la dopamina también puede afectar las emociones, el ritmo cardiaco y hasta el olfato.
El desarrollo de estos reservorios de dopamina ha sido exitoso gracias a la física: generalmente, cuando la dopamina entra en contacto con el medio ambiente, ésta se oxida. De ahí surgió la necesidad de crear cápsulas que la protegieran contra la luz y el aire. Y eso es justo lo que hicieron en el Laboratorio de Fotónica de Geles, con García Macedo, Gina Prado y Guadalupe Valverde: desarrollaron cápsulas hechas a base de dióxido de titanio, un material que ha pasado las pruebas de blindaje y que no resulta tóxico.
Ya que la cápsula es introducida en el núcleo caudado del paciente para liberar dopamina, es importante que esta no presente problemas de compatibilidad. Por eso, el jurado del Premio Nacional de Saludo valoró el hecho de que los reservorios con dopamina implantados en el cerebro (hasta ahora, de ratas) son biocompatibles con el tejido cerebral, lo que puede garantizar su funcionamiento y permanencia.
Parte de la razón de este reconocimiento a Vergara y su equipo de colaboradores es que la investigación experimental en laboratorio ha sido exitosa: con estos implantes de dopamina, “se ha logrado revertir las alteraciones motoras en las ratas con hemiparkinsonismo inducido (lesión intencional en uno de los hemisferios cerebrales de la rata mediante la inserción de un fármaco) al menos en un 80%.
La síntesis de los reservorios es de bajo costo y al ser estos de tamaño reducido su inserción en el cerebro es de mínima invasión comparada con la de los neuroestimuladores que se emplean a la fecha, que son más caros.
Aunque sólo ha sido utilizado en ratas, Vergara Aragón, García Macedo y colaboradores trabajan en el desarrollo del protocolo de experimentación para que en un futuro cercano pueda ser usado en seres humanos.
La Coparmex también tomó en cuenta la labor de Vergara de brindar apoyo sin lucro a pacientes con esta enfermedad a través de distintas terapias: física, emocional y ocupacional, así como de ayuda para la integración de familiares con sus enfermos.
