Aleida Rueda16/ago/2013
Los ganadores recibieron un apoyo económico para seguir con sus investigaciones originales en temas de biología, química, física y matemáticas.
En la ceremonia, el director del IFUNAM, Manuel Torres Labansat, destacó la labor de Marcos Moshinsky quien en condiciones de mínimo desarrollo científico y escasos recursos "demostró que es posible hacer ciencia de excelencia en nuestro país y sentó las bases para que futuras generaciones lo hicieran", dijo.
Su generosidad lo llevó a hacer una donación póstuma para seguir contribuyendo al desarrollo de la ciencia mexicana que, alimentada con recursos de la UNAM y el CONACYT, sentó las bases para crear la Fundación Marcos Moshinsky.
Por su parte, el rector de la UNAM felicitó a los ganadores y los animó a compartir con sus estudiantes el legado de Moshinsky a quien describió como un universitario "cabal, congruente, digno, coherente y consistente".
Esto tiene que verse como un homenaje a Moshinsky y a algo en lo que siempre creyó: "la formación de recursos humanos de alto nivel" y "el contribuir a que su tarea tenga menos piedras en el camino y que tenga mejores posibilidades de desarrollarse", afirmó la máxima autoridad de la UNAM.
Jorge Flores Valdés también reconoció la labor de Moshinsky y compartió con el público una anécdota que ejemplifica bien, dijo, su generosidad: cuando Flores y Pier Mello terminaron un novedoso trabajo de tesis sobre la aplicación de las tablas de Brody y Moshinsky, Marcos escribió el artículo para su publicación en Nuclear Physics y puso como autores a los dos jóvenes investigadores, sin su nombre, en un acto de "increíble generosidad" con el fin de impulsar sus carreras científicas.
Representado a la familia, Ruby Aizen, sobrina de Moshinky y de Elena, quien fuera su primera esposa, habló de Marcos en el terreno personal: "siempre estuvo con nosotros, siempre fue muy generoso con consejos, presencia, ayuda y tiempo".
"Yo aprendí de él que aunque uno tenga un camino, no debe dejar de ver las cosas que van a lado: la familia, la naturaleza, el sentido del humor. La Universidad le importaba muchísimo y decía que la única manera de crecer era a través del trabajo", dijo Aizen. "Estas Cátedras hacen honor a lo que decía en privado. Siempre fue congruente".
"Marcos Moshinsky transformó de manera sustancial las condiciones de la enseñanza de las ciencias exactas y naturales en México", dijo Enrique Cabrero Mendoza quien también habló de la necesidad de llevar al país a la era del conocimiento no sólo con instituciones de alta calidad y científicos connotados sino al buscar que la dinámica científica "se conecte con la sociedad".
En esta segunda edición, se otorgó la cátedra en matemáticas a Ernesto Lupercio Lara, del Departamento de Matemáticas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN; en el área de ciencias químico-biológicas se reconoció a José Gabriel Merino Hernández, del Departamento de Física Aplicada del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, Unidad Mérida; así como a Antonio de León Rodríguez, del Departamento de Biología Molecular del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica.
En ciencias físicas se otorgaron las Cátedras a Eduardo Gómez García, del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de San Luís Potosí; Alfred Barry U´Ren Cortés, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM; a Luis Benet Fernández, del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM; y a Laurent Raymond Loinard, del Centro de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, Campus Morelia.
Para saber más de los proyectos ganadores:
Ganadores de las Cátedras Marcos Moshinsky 2012
Nota de Gaceta UNAM: