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Radionúclidos como tratamiento para el cáncer

Christian Coria Gonzalez
19/nov/2013

La medicina nuclear es la especialidad médica que utiliza los radionúclidos en el diagnóstico, la terapia y la investigación del cáncer, así lo mencionó Violeta Cortés Henández, médico especialista en oncología nuclear del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) en la charla denominada “Terapia con radionúclidos” el jueves 17 de octubre en el seminario de Física Médica del IFUNAM.

Un radionúclido es la forma inestable de un elemento que libera radiación a medida que se descompone y se vuelve más estable. Se pueden presentar en la naturaleza o producir en el laboratorio. En medicina se usan en imagenología y tratamiento en pacientes con cáncer.

El objetivo de la terapia dirigida con radionúclidos es “la entrega selectiva de radiación a las células cancerosas, de forma que cause mínima toxicidad en los tejidos adyacentes”, comentó Violeta Cortés.

De acuerdo con la especialista, una terapia exitosa depende de “una concentración selectiva y retención prolongada de radio frecuencia dentro del tumor”, explicó la doctora.

El tratamiento del cáncer de tiroides con radioyodo I-131 fue uno de los temas que abordó Cortés durante su charla. Los objetivos de la ablación por yodo son: “eliminar el tejido tiroideo normal residual macroscópico, terapia adyuvante, reducir la tasa de recurrencia (reaparición del cáncer) y mejorar la sobrevida (tiempo de vida mayor a lo esperado).”

El tejido tiroideo residual es un remanente de una tiroideoctomía (la extirpación quirúrgica total de la glándula tiroides), el cual permanece en los pacientes en un 90% de los casos, aún en las mejores manos de los cirujanos. La terapia adyuvante es un tratamiento adicional para el cáncer que se administra después del tratamiento primario para disminuir el riesgo de que el cáncer vuelva.

El yodo-131 ha sido utilizado en medicina desde hace más de 70 años debido a sus características favorables para estudiar el metabolismo de la glándula tiroides. El I-131 se concentra junto con el yodo estable en la triyodotironina y la tetrayodotiroxina celulares (hormonas tiroideas). Esto debido a que el yodo es un material de construcción de las hormonas tiroideas.

Sin embargo, existen ciertos factores a considerar a la hora de hacer una ablación por yodo, como son el volumen del tejido tiroideo residual, el grado de captación de radioyodo en dicho tejido, una dieta baja en yodo y los niveles de TSH (hormona estimulante de la tiroides).

“La efectividad del procedimiento es inversamente proporcional al tamaño de la ablación y a su extensión”, dijo la ponente. Es decir, entre mayor sea la ablación, la efectividad del procedimiento disminuirá.

Así, el uso de radioyodo continúa siendo de vital importancia en el manejo de pacientes con cáncer diferenciado de tiroides prolongando la sobrevida de los mismos.


Tumores neuroendócrinos. Foto tomada de la presentación de Violeta Cortés.

Cortés también habló sobre el tratamiento de tumores neuroendocrinos con péptidos radiomarcados. Este tratamiento se basa en la sobre expresión de receptores de somatostatina (hormona producida por las células del páncreas) subtipo 2 que, al unirse con su ligando (ión que se une a un átomo formando un complejo o asociación de componentes), son internalizados en la célula.

La mayoría de los tumores neuroendocrinos se desarrollan en el tracto intestinal. Requieren enfoque multimodal que incluya control sintomático y reducción de tumor. La mayoría de los pacientes se diagnostican con enfermedad metatástica avanzada.

De acuerdo con Cortés, los objetivos terapéuticos son la interrupción de tejido tumoral, mejorar calidad de vida y controlar los síntomas así como mejorar la sobrevida.

Para poder ser candidato en esta terapia es necesario cumplir con ciertos criterios de elegibilidad: la captación del tumor debe ser al menos tan alta como la del hígado, la enfermedad debe ser inoperable y la expectativa de vida estar entre los 3 y los 6 meses. Un tumor se vuelve inoperable cuando resulta más peligroso para la vida del paciente extirparlo que mantenerlo.

Así la terapia con radionúclidos ofrece una alternativa específica, paleativa con baja toxicidad renal, hepática y hematológica para el tratamiento de diversas neoplasias (masa anormal de tejido).

Finalmente comentó Cortés que “la mayoría de los pacientes sintomáticos presentan disminución de sus síntomas”.

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