Karina Maldonado Portillo 24/ene/2012
María Ester Brandan, investigadora del IFUNAM, ingresó en diciembre a la lista de miembros de la Academia de Ciencias del Mundo en Desarrollo (Third World Academy of Sciences, TWAS), y un elemento fundamental para su aceptación fueron sus contribuciones en el área de la física nuclear.
La TWAS es una organización fundada en 1983 y financiada por la UNESCO y el Instituto de Física Teórica de Trieste, Italia, que, según su propio página web, “representa lo mejor de la ciencia en los países en desarrollo”.
Su objetivo principal consiste en promover la excelencia científica basada en el desarrollo sostenible. De hecho, el 85% de sus 1035 miembros viven y trabajan en países en vías de desarrollo.
La decisión de la TWAS para honrar a Brandan se debió, en gran parte, a su Estudio de la interacción entre núcleos atómicos a partir de la dispersión elástica, en el cual se obligó a interactuar a dos núcleos atómicos para medir su distribución en el espacio.
A partir de los datos obtenidos se descubrió una nueva propiedad en el potencial de la interacción de los núcleos.
Esta propiedad era el denominado arcoiris-nuclear, la cual indica un alto nivel de transparencia en la interacción de los núcleos. A partir de este descubrimiento se determinan las propiedades del potencial nuclear, lo cual resulta relevante porque sirve para el cálculo de reacciones nucleares.
Este trabajo tuvo un gran impacto en la física nuclear con iones pesados, por lo cual la Sociedad Americana de Física la invitó a ser miembro de su división de física nuclear y más recientemente derivó en su adhesión a la TWAS.
“[Pertenecer a la TWAS] proporciona una voz para orientar las acciones de la organización respaldadas por recursos económicos para lograr los objetivos”, dijo María Ester Brandan en entrevista para Noticias IFUNAM.
Agregó que “si la voz proviene de México, evidentemente va a tener la percepción de una realidad influenciada fuertemente por la realidad de nuestro país”.
María Ester Brandan es física por la Universidad de Chile; obtuvo su maestría y doctorado en física en la Universidad de Wisconsin-Madison. Después se integró como miembro del Instituto de Física de la UNAM.
En 2003 recibió el premio al Desarrollo de la Física en México otorgado por la Sociedad Mexicana de Física. Es autora de los libros La radiación al servicio de la vida y Armas y explosiones nucleares: la humanidad en peligro, editados por el Fondo de Cultura Económica.
En la actualidad, María Ester Brandan coordina el área de Física Médica. Su motivación para dedicarse cambiar la nuclear por la médica se debe a que fue testigo de la creación del primer departamento de física médica de Estados Unidos, el mejor del mundo, de acuerdo con la investigadora.
“Como alumna de física me tocó ser testigo de las circunstancias que llevaron años después a que la física médica fuese reconocida como un área de investigación de alto nivel e independiente”, expresó Brandan.
Durante la década de los noventa se dieron en México las condiciones para que la física médica se desarrollara como disciplina y María Ester Brandan se hizo a cargo de la organización.
En la actualidad, esta área es responsable del desarrollo e implementación de técnicas de mamografía digital necesarias para el diagnóstico temprano de cáncer de mama.
A pesar de ser una maestría adolescente, “ya hay casi 80 egresados del programa; el 60% trabaja en hospitales y un 25% de los graduados se está doctorando”. Incluso, agregó, ya se piensa en organizar un doctorado con aplicaciones de la física a la biología y la medicina.
