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Física hasta los dientes: lo último en el análisis dental

Reyna Alejandra Fonseca Velázquez
3/sep/2014

Se sabe que nuestros dientes están compuestos en un 70% de un material denominado dentina, que es el que aporta su dureza. Sin embargo, no había sido posible estudiarla a detalle, hasta ahora.

La investigadora Maricela Garcés, del Laboratorio de Patología Bucal de la Facultad de Odontología de la UNAM y quien recientemente terminó una estancia sabática en el Instituto de Física, reportó hace unos meses la primera observación de las partes que constituyen la dentina.

Sus resultados, producto de una investigación en conjunto con Constantino Ledesma, de su misma procedencia, y de José Reyes Gasga, investigador del IFUNAM, fueron publicados con el título de "Presence of matrix vesicles in the body of odontoblasts and in the inner third of dentinal tissue: A scanning electron microscopic study" en la revista Medicina Oral, Patología Oral y Cirugía Bucal.

Antes de llegar al IFUNAM, Garcés utilizaba un microscopio de luz para observar cortes hechos a los dientes por medio de un microtomo (del griego mikros, que significa "pequeño", y tomo, que significa "parte" o "división") aparato que le permite hacer cortes hasta de 5 micras de espesor.

Para ello, obtenía los dientes que se les extraían a los pacientes, generalmente premolares, y los mantenía en una solución que hace que los dientes se mantengan “vivos” como si aún siguieran dentro de la boca. “Ya que están fijados y preparados se meten al microtomo para que los rebane cual si fuera una rebanadora de jamón”, abunda.

Con el microscopio de luz pudo observar las estructuras dentales a un buen nivel, sin embargo, Maricela llegó a un límite en que ya no podía ver más allá.

Entonces llegó al IFUNAM, al Laboratorio de Nuevos Materiales, a cargo de Reyes Gasga, en el que se dedicaron a estudiar la biología de la dentina y de la pulpa dental, que son estructuras importantísimas que conforman nuestros dientes, con un microscopio electrónico de barrido. Con él, encontraron las bases de crecimiento de la dentina.

“Encontré la manera en la que se comienza a producir la dentina de nuestros dientes, que es la estructura fuerte del diente (…) Esto para nosotros fue grande porque hasta la fecha somos pioneros en esta investigación pues no hay nada reportado en la literatura universal,” dice Maricela Garcés a Noticias IFUNAM.

Maricela encontró las estructuras más pequeñas que dan lugar a la formación de la dentina, llamadas calcosferitas (formadas por hidroxiapatita) que no se habían observado en otras investigaciones.

Estas calcosferitas son como pequeñas “esferitas” que se encontraron en la zona donde se une el tejido suave con la dentina. Esta zona de intersección se conoce como complejo pulpo-dentinario.


A la izquierda se observa el esquema de los odontoblastos que a la izquierda se contrasta con la fotografía tomada con el microscopio electrónico de barrido. En ambos se resalta la presencia de las calcosferitas.

“El tejido pulpar es un tejido suave, dentro de él ‘viven’ los odontoblastos; las células que crean al tejido duro o dentina”. Los odontoblastos tienen su núcleo dentro del tejido suave y en la parte dura se encuentran sus terminaciones delgadas llamadas prolongaciones de los odontoblastos.

Es justo ahí (en las prolongaciones de los odontoblastos) donde comienza el proceso de liberación de las calcosferitas, las cuales se van depositando en la parte inferior del diente, como sedimento y se va formando la dentina.

Esta investigación dio lugar a dos tesis de maestría. Los resultados de la investigación fueron llevados a congresos nacionales e internacionales. La investigadora Maricela Garcés obtuvo el premio al Mérito Académico por parte de la Academia Mexicana de Endodoncia.

La investigación también ha arrojado importantes aplicaciones pues Garcés es especialista en las enfermedades dentales y lleva años analizando las estructuras dentales y los daños que van teniendo conforme varían la edad o las enfermedades presentes en tales estructuras.

“Una de las aplicaciones más importantes que hemos logrado con estos hallazgos fue poder ver la posibilidad de elaborar –por primer vez en la UNAM- apatitas sintéticas (principal mineral en huesos y en esmalte dental)” y utilizarlas para sustituir al tejido enfermo que sea extraído, explica.

Otra aplicación consiste en el mejoramiento de los medicamentos más utilizados para curar los dientes. Algunos, como el pegamento de incrustaciones y el ionómero de vidrio (cementos odontológicos), son muy irritantes y pueden resultar dañinos para el diente, explica Garcés.

“Si aplicamos materiales muy irritantes el diente, que está vivo, éste se quema y se produce, en casos muy extremos, necrosis en los tejidos dentales y los cercanos a ellos”. De manera que la innovación de Garcés consiste en generar medicamentos que, por ser biocompatibles, no causan daños al diente.

Aún queda más por averiguar. Recientemente, la investigadora se encontró con el caso de un paciente al que se le calcificó el tejido suave de uno de sus dientes enfermos. Lo que propició que Garcés se propusiera aún más preguntas de investigación: ¿cómo es la estructura externa del tejido calcificado? ¿Qué características tiene esta calcificación del tejido pulpar? ¿Qué contiene?

Para resolver estas cuestiones, Garcés ha decidido volver al IFUNAM en otra estancia sabática para conocer, con ayuda del microscopio electrónico de barrido y el Espectrómetro de Dispersión de Rayos X, la relación carbono-fósforo del espécimen con el fin de tener información del proceso de calcificación del tejido pulpar.

“Cada vez que estamos con ustedes (en el IFUNAM) hacemos cosas muy bonitas”, concluye.