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La micromanipulación es una de las áreas más prometedoras de la óptica que ha permitido grandes avances en el control de las propiedades, la composición y la dinámica de partículas microscópicas, y con la llegada de Alejandro Vásquez Arzola al Instituto de Física, se proyecta como un área de impacto nacional.

Alejandro Vásquez nació en el estado de Oaxaca, realizó sus estudios de licenciatura en la Universidad Autónoma Metropolitana y el doctorado en el Instituto de Física de la UNAM. En él, trabajó en micromanipulación óptica, generación de sustratos ópticos y análisis de dinámicas no lineales bajo la dirección de Karen Volke, especialista en óptica, y José Luis Mateos, especialista en sistemas dinámicos.

Vásquez realizó dos estancias posdoctorales; la primera de ellas, de un año y medio, en el Instituto Tecnológico de Brno en República Checa con el físico checo Pavel Zemánek, quien tiene un grupo de micromanipulación óptica.

La segunda estancia la hizo durante la primera mitad del 2014 con un grupo interdisciplinario compuesto por investigadores de los institutos de Física, Ecología y Biotecnología de la UNAM. En él, Vásquez estudió sistemas biológicos con un enfoque físico como lo es el desarrollo de organismos biológicos cuando estos son perturbados por fuerzas físicas con el uso de la Arabidopsis thaliana, un modelo muy común en el estudio de plantas.

El área principal en la que actualmente trabaja es la micromanipulación óptica relacionada a sistemas dinámicos, en particular, modelos físicos experimentales de sistemas dinámicos.

Le interesan, sobre todo, temas como el transporte de partículas brownianas (partículas microscópicas con movimiento aleatorio) y partículas activas en sustratos artificiales, que se generan a partir de la interacción de campos electromagnéticos con partículas microscópicas y asemejan una superficie rugosa que se puede controlar de manera arbitraria moldeando estos campos de luz.

Su trabajo comprende el estudio de la dinámica de estas partículas microscópicas que tienen un movimiento browniano intrínseco cuando se encuentran fuera del equilibrio termodinámico por medio de modelos fundamentales de la física en particular de sistemas dinámicos utilizando la óptica.

Después de su estancia en República Checa, Alejandro Vásquez quería regresar a México. Desde que se fue sabía su estancia en el extranjero sería algo temporal para adquirir experiencia, y aunque en su momento tuvo posibilidades para quedarse, su cariño por México y por su familia lo hicieron volver.

“Siento un vínculo muy fuerte para trabajar en donde me desarrollé y retribuirle al país no por obligación sino por convicción”, comentó a Noticias IFUNAM.

Además de la física a Alejandro le gusta pasear por el centro histórico, ir a los museos y, aunque no lo hace con mucha frecuencia, le gusta cocinar platillos que van desde lo mediterráneo, turco, libanés, hasta lo hindú y vietnamita.

Su llegada al IFUNAM lo llena de entusiasmo. “El Instituto de Física de la UNAM es de los espacios más importantes en la investigación y generación de conocimientos en México incluso en Latinoamérica y tener la oportunidad de trabajar en ella significa muchísimo para mi, es una oportunidad de hacer un trabajo que pueda tener cierta relevancia, más allá de artículos, es el estar vinculado a una comunidad que en sí misma es muy importante”.