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también mi artículo en Investigación
y Ciencia (versión española de Scientific American):
Cómo
modelizar una pandemia
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Entendamos la vacuna contra COVID-19 en MéxicoOctavio Miramontes [1]Investigador Titular Departamento de Sistemas Complejos, IFUNAM Universidad Nacional Autónoma de México 24 de diciembre 2020 - 23 de febrero de 2021
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La biología de un coronavirus Los coronavirus son un tipo de virus que se caracteriza por poseer una forma exterior compuesta por espigas que sobresalen de su membrana a la manera de una "corona", de ahí su nombre. ![]() La espiga del virus es una proteína (S) cuya parte externa se pliega para adoptar una forma globular y formar las estructuras de espigas (o espinas) que se aprecian en las fotografías del microscopio electrónico. Esta es la región del virus que le da sus propiedades antigénicas y contiene además el sitio de unión donde el virus se ancla a una célula, por ejemplo, humana. El coronavirus está formado por otras proteínas en su superficie que le ayudan a penetrar en la célula que va a invadir; también está formado por una envoltura lipídica (de grasa) y en su interior se encuentra el material genético en forma de RNA (ácido desoxirribonucleico) que contiene las instrucciones para producir miles de copias de sí mismo. Es importante mencionar que un virus no es un ente estrictamente vivo, por lo tanto no puede morir. Más bien un virus puede encontrarse activo o inactivo. SARS-COV2 y COVID-19 COVID-19 (COronaVIrusDisease-2019) es la enfermedad que causa el nuevo coronavirus SARS-COV2 (Síndrome Respiratorio Severo Agudo-CoronaVirus-Tipo2). Es una enfermedad respiratoria en humanos de aparición reciente (finales del 2019) cuyo centro de origen se piensa fue la región de Wuhan en China. Este es un virus que originalmente se encuentra presente en animales (murciélagos, pangolines) y que pasó al ser humano, por una ruta aún desconocida. El virus es extremadamente agresivo y puede causar la muerte principalmente de personas con edad mayor y en aquellos individuos que presentan comorbilidades con enfermedades como la obesidad, la hipertensión y la diabetes (México ocupa uno de los primeros lugares mundiales en población obesa y el vergonzoso número uno en población infantil obesa). La COVID-19 presenta un cuadro de síntomas que incluyen la tos seca, fiebre, pérdida del olfato, cansancio, dolor muscular, diarrea, falta de oxigenación, etc. La muerte se produce por asfixia. El proceso de inmunización Cuando un agente extraño (patógeno) invade el cuerpo humano, en este caso el virus de la COVID-19, se producen dos reacciones defensivas que constituyen en conjunto lo que llamamos respuesta inmune. Consta de la producción de proteínas llamadas anticuerpos y de la respuesta celular que consiste en la acción de glóbulos blancos conocidos como linfocitos-T o células-T. Los anticuerpos son inmunoglobulinas en forma de Y. En general son de 5 tipos (A, D, E, G y M); pero en el caso de la COVID-19 son principalmente de dos tipos relevantes: IgG e IgM. ![]() Proceso
de infección y respuesta inmune. 1) Un virus causante de la COVID-19 se
adhiere a la superficie de una célula sana mediante receptores
celulares en la espiga del virus que compaginan con los receptores en
la membrana de la célula que será invadida. 2) Una vez dentro de
la célula, el virus se apodera de la maquinaria de síntesis de la
célula para producir miles de copias del virus. 3) En algún momento la
célula muere y los virus son expulsados al tejido intracelular
para iniciar un ciclo de infección en las células que los rodean. 4) En
el momento que el cuerpo humano detecta al virus, se sintetizan
proteínas llamadas inmunoglobulinas (anticuerpos) que tiene forma
de Y. En los dos extremos de la Y existen receptores específicos para
el SARS-COV2. Los anticuerpos se adhieren masivamente al virus de tal
manera que sus receptores quedan saturados y no puede ya invadir una
célula sana. El virus en cuestión queda inactivado. 5) adicionalmente,
el cuerpo humano produce células-T que contienen en la superficie
receptores que reconocen al virus. El virus se adhiere y es incorporado
a la célula-T que lo desactiva.
Los anticuerpos IgG e IgM se adhieren a los virus y los impiden de poder invadir otras células sanas. Por su parte, las células-T se adhieren a los virus mediante receptores en su membrana y los destruyen. Las células-T se conservan en la sangre durante muchos años después de una infección y por ello constituyen la "memoria de largo plazo" del sistema inmune. Debido a ello el cuerpo humano puede neutralizar una nueva invasión del virus. Cuando las personas acuden a hacerse una prueba de anticuerpos contra COVID-19 en un laboratorio, básicamente se busca en una muestra de sangre la presencia de anticuerpos IgG e IgM; pero sobretodo de tipo IgG, pues estos son más abundantes y están presentes a largo plazo (meses o años), mientras que los IgM, que son los primeros en emerger, desaparecen en días. Vacunas contra el SARS-COV2 En general, las medidas de distanciamiento social no han logrado detener significativamente la expansión de la pandemia hasta el momento. Las esperanzas se centran ahora en el desarrollo y aplicación de vacunas específicas que ayuden a lograr inmunidad en la mayor parte posible de la población mundial. Prácticamente todas las naciones del mundo que cuentan con un mínimo de infraestructura científica han dedicado esfuerzos a desarrollar vacunas contra COVID-19. Eso incluye a México desde luego. Una vacuna tradicionalmente lleva muchos años para ser desarrollada. En este caso ha llevado menos de un año. Pero esto se debe, además de la urgencia, a las disponibilidad de tecnologías modernas y a la experiencia reciente acumulada en la producción de vacunas contra otros coronavirus (SARS y MERS). Los pasos para la producción de una vacuna están resumidos en la siguiente figura: ![]() Donde: 1) Exploración es la etapa de investigación científica en laboratorios de biología molecular donde se estudian y fabrican modelos de vectores biológicos o bioquímicos que componen las vacunas. 2) Preclínica es la etapa de aplicación de las vacunas experimentales en animales (con sistemas inmunológicos semejantes al sistema inmunológico humano) para investigar la respuesta inmune y los posibles efectos secundarios. 3) Ensayos clínicos son la aplicación de vacunas experimentales en humanos y consta de al menos tres fases.
4) Revisión y aprobación es la etapa donde toda la información relativa a la vacuna y los ensayos clínicos son presentados frente a una instancia del gobierno para revisión y aprobación para uso en humanos. En México la dependencia del Gobierno Federal se llama COFEPRIS y es parte de la Secretaría de Salud. En la actualidad y debido a la emergencia, la COFEPRIS expide permisos para la aplicación de vacunas COVID-19 en un tiempo récord. Sobre todo si han sido previamente aprobadas por organismos reguladores de prestigio reconocido de otros países (hasta el momento de EEUU, Reino Unido y Argentina). 5) La última etapa es la fabricación masiva de la vacuna que ya ha sido aprobada. Hasta el día de hoy existen en el mundo al menos 57 vacunas en distintos estados de su elaboración, La mayoría en Fase I-II. Las iniciativas de vacunas más avanzadas son Pfizer-BioNTech (EEUU y Alemania), Moderna (EEUU), Johnson & Johnson (EEUU), AstraZeneca-Universidad de Oxford (Reino Unido), Sputnik V del Instituto Gamaleya (Rusia) y las vacunas fabricadas por China (SinoPharm, CanSino y SinoVac). Adicionalmente existen cientos de proyectos de vacunas en estado exploratorio o preclínico y eso incluye las vacunas de México (UNAM, CINVESTAV). Es importante recordar que México era un líder productor soberano de vacunas hasta que el Gobierno de Ernesto Zedillo desmanteló esta capacidad. Las vacunas relevantes para México se presentan en la siguiente tabla: Vacunas COVID-19 relevantes para México
En la fabricación de las vacunas contra el SARS-CoV2 están involucradas diversas tecnologías modernas. Para las vacunas con relevancia para México, estas tecnologías son las siguientes: 1) Vacunas de RNA mensajero (mRNA) como lo es la vacuna Tozinameran® de Pfizer-BioNTech. Esta vacuna induce a las células del cuerpo humano a producir proteínas que no producirían normalmente. De hecho la proteína que van a producir es la de la espiga del virus que causa la COVID-19. Una vez que estas proteínas (inocuas) son liberadas al medio extracelular, son detectadas por el sistema inmune que produce los anticuerpos necesarios y la inmunidad deseada. Para proteger la molécula de RNAm (gen) de la acción de las enzimas que la degradarían de inmediato, se le rodea de una envoltura de lípidos (grasa). Estas gotas diminutas se incluyen en una solución salina líquida. La vacuna de Pfizer-BioNTech El primer cargamento de la vacuna se recibió en la Ciudad México el 23 de diciembre requiere refrigeración extrema de entre −80 and −60 °C para su almacenamiento. Esta vacuna requiere de dos dosis aplicadas en un lapso de tres semanas entre sí. México tiene un convenio de compra por 34 millones de dosis. Con esta vacuna, México es el primer país de Latinoamérica en comenzar la vacunación y el 10 a nivel mundial. CVnCoV/Zorecimeran es la vacuna de la empresa alemana CureVac que utiliza la tecnología de mRNA y que ha solicitado aprobación a COFEPRIS para iniciar sus pruebas de Fase III en México. La vacuna requiere de la aplicación de dos dosis separadas por un lapso de 28 días. Utiliza refrigeración estándar. 2) Vacuna basada en adenovirus. Es común encontrar en los animales vertebrados (humanos incluidos) cierto tipo de virus, mayormente inocuos, llamados adenovirus. Fueron aislados por primera vez en los adenoides humanos (amigdalas) y por eso llevan ese nombre. Los adenovirus pueden ser modificados para transportar genes específicos al interior de las células humanas donde irán a sintetizar la proteína de la espiga del SARS-CoV2. Las vacunas de CanSino Bio (Ad5-nCoV), Oxford-AstraZeneca (AZD1222 ), la Sputnik V (Gam-COVID-Vac) y la de Johnson & Johnson (Ad26.COV2.S) utilizan esta tecnología. La vacuna de CanSino Bio utiliza una sola dosis inyectada de una solución que contiene el adenovirus Ad5 modificado y no requiere refrigeración extrema. Actualmente se encuentra en estudio Fase III en México, aunque sus fabricantes han solicitado a COFEPRIS su aprobación para uso de emergencia. El gobierno mexicano firmó una intención de compra por 35 millones de dosis de esta vacuna. La vacunas de Oxford-AstraZeneca utiliza un adenovirus modificado de chimpancé (ChAdOx1) no replicante como medio de transporte del gen que sintetiza la proteína de la espiga. Se requieren dos dosis de esta vacuna, la cual puede almacenarse en refrigeradores normales. El uso de esta vacuna en México se encuentra en estudio por parte de COFEPRIS. Esta vacuna será fabricada en México y Argentina para ser distribuida en América Latina (sin Brasil). La vacuna Sputnik V utiliza dos dosis. La primera usando un adenovirus llamado Ad26 y la segunda el adenovirus Ad5. No requiere refrigeración extrema. Actualmente la COFEPRIS evalúa un pedido para probar esta vacuna en México dentro de su Fase III. La vacuna de Johnson & Johnson (Jenssen o ENSEMBLE) utiliza el adenovirus Ad26 en dos dosis. Esta vacuna no requiere refrigeración extrema. Actualmente se encuentra en prueba de Fase III en México. Es interesante mencionar que el vector viral Ad26 es extremadamente versátil, se utiliza exitosamente como base para la nueva vacuna contra el ébola y tiene un potencial muy significativo para una futura generación de vacunas contra el cáncer. Definitivamente las vacunas Sputnik V y la de Johnson & Johnson son vacunas biológicamente muy atractivas. Las vacunas que utilizan ad5 tienen a su vez el exitoso antecedente de las vacunas recientes y modernas contra el virus Zika, basada en este mismo adenovirus. 3) Vacuna basada en proteína S y adyuvante. Esta tecnología la utiliza la vacuna NVX-CoV2373 de la empresa Novavax. Utiliza nanopartículas formadas por las proteínas de la espiga (proteína S) que han sido sintetizadas mediante procesos de bioingeniería genética. Estas nanopartículas contienen por lo tanto los sitios que son reconocidos por los anticuerpos y las células-T y provocan una respuesta inmune. Adicionalmente utiliza nanopartículas de un agente químico llamado adyuvante (Matrix-M™) que potencializa la respuesta inmune. Estos adyuvantes son partículas basadas en una saponina extraída de la corteza del árbol Quillaja saponaria Molina (nativo de Chile). La vacuna se administra en dos dosis, 21 días aparte. Actualmente está por iniciar pruebas clínicas de Fase III en México. ![]() Tecnologías
de vacunas que son relevantes
para México: vacunas de RNA (mRNA), vacunas de vector viral
(adenovirus) y vacunas de nanopartículas de proteínas recombinantes
(producidas en laboratorio) de la espiga del virus (proteína S).
Todas las vacunas se aplican vía intramuscular (CanSino Bio se encuentra desarrollando una que será inhalada). Esto quiere decir que se aplican en cualquier parte del cuerpo donde exista músculo. En general se aplican en el brazo por comodidad. El brazo puede exponerse fácilmente sin problemas de intimidad. El brazo que se utiliza es indistinto; pero generalmente en el brazo izquierdo para los diestros y el derecho para los zurdos. Inmunidad contra el SARS-COV2 Es un error mayúsculo pensar que una vez que se ha recibido la vacuna, la inmunización es inmediata. No es así. También es un error suponer que una vez aplicada la vacuna se tendrá una inmunidad asegurada, esto tampoco es cierto. En el primer caso, porque la vacuna que va a estimular la respuesta inmune demora algunas semanas (es un fenómeno a escala molecular). En el segundo caso porque una vacuna tiene una eficacia alta, generalmente de alrededor del 95%; pero si somos los desafortunados del grupo del 5%, estaremos sin protección. Este último aspecto lo vemos en la siguiente gráfica que resultó de la Fase III de la vacuna Pfizer-BioNTech y que nos muestra, en el tiempo, la evolución de casos de infección de SARS-CoV2 para los grupos placebo y vacuna (Tozinameran®). ![]() Como puede observarse, el número de casos infectados es marginalmente menor, hasta el día 14, para aquellos individuos que recibieron la vacuna, en contraste con quienes recibieron placebo. A partir del día 14, la inmunidad logra hacer una diferencia entre el número de infectados entre los individuos que recibieron la vacuna, en contraste con quienes recibieron el placebo. La eficacia de esta vacuna fue de alrededor del 90%, es decir, un 10% de los individuos vacunados no desarrollaron inmunidad. Esto no significa necesariamente que la vacuna sea deficiente. Ese es un porcentaje normal para cualquier tipo de vacuna. De hecho es un gran logro para una vacuna que se ha diseñado y producido en tiempo récord. La eficacia de otras vacunas contra la COVID-19 es similar y supera el 90%. AstraZeneca (Reino Unido) y el instituto Gamayela (Rusia) han anunciado que colaborarán juntos para intentar que sus vacunas combinadas tengan una eficacia aún mayor. Veamos la siguiente gráfica que nos muestra de manera solamente ilustrativa cómo emerge la inmunidad tras la aplicación de una dosis de vacuna contra la COVID-19 ![]() Después de la aplicación de la vacuna, hay un periodo de aproximadamente una semana antes de que los anticuerpos IgM puedan detectarse en la sangre. Estos anticuerpos alcanzan su máximo alrededor del día 14 y desaparecen a las 3 semanas. Los anticuerpos IgG comienzan a ser detectados a las dos semanas y alcanzan un pico alrededor de los 28 días. Estos últimos se mantienen en la sangre y proporcionan inmunidad a largo plazo. Desde luego que estos tiempos y niveles de anticuerpos dependen del individuo y de su historia de salud previa, así como de otros factores como su edad. Es importante entonces tener en cuenta que la vacuna no proporciona inmunidad inmediata y que aún recibiendo la inyección es necesario seguir teniendo los cuidados necesarios: sana distancia, uso de cubrebocas, lavado de manos, uso de gel, etc. ¿Son seguras las vacunas? Absolutamente sí. Como toda vacuna aplicada en adultos, las vacunas contra el SARS-CoV2 pueden tener efectos secundarios que son mínimos. Estos efectos son principalmente dolor y enrojecimiento en el lugar de la aplicación, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofrios, dolor en las articulaciones y fiebre. Los mismos síntomas que pueden resultar de una inyección de vacuna contra la influenza. Existen casos reportados de alergias graves que se han reportado en los Estados Unidos, Gran Bretaña y México entre otros países; sin embargo, son casos marginales de individuos que tenían antecedentes de alergia a otras vacunas. ¿Cuánto tiempo dura la inmunidad inducida por la vacuna COVID-19? Es demasiado pronto para saber cúal es la longevidad de la inmunidad que las distintas vacunas van a generar en el cuerpo humano. Esto debido a que no se tiene suficientes datos temporales aún. Recordemos que las vacunas se han desarrollado en pocos meses y su autorización para uso es debido a una situación de emergencia. Deberá pasar por lo menos 6 o 12 meses para saber algo sobre la duración de la inmunidad. Por lo tanto también es demasiado pronto para saber sí se requiere una dosis extra de refuerzo anual. Sin embargo, estudios recientes son alentadores y claman que la inmunización podría ser a largo plazo. ¿Son efectivas las vacunas contra las nuevas variedades del virus SARS-CoV2? Los virus tienen una tendencia a la mutación rápida de días o meses. Desde la proclamación de la pandemia se han identificado nuevas variedades en China, Reino Unido, Dinamárca, África del Sur, Japón y aparentemente Brasil. Algunas de esas variedades podrían resultar más peligrosas aunque no hay datos suficientes para confirmar que sea el caso. Una
noticia alentadora es que las vacunas actuales (Pfizer-BioNTech) son
efectivas contra las nuevas variedades del virus, hasta ahora. Más recientemente se ha anuciado que la vacuna fabricada por Moderna, sería efectiva contra las variantes Británica y Sudafricana.
¿Las vacunas aprobadas por COFEPRIS son seguras y efectivas? Absolutamente sí. Todas las aprobaciones hechas por COFEPRIS tienen fundamentos científicos suficientes para su uso en emergencia. Eso es válido para las vacunas rusas (Sputnik V) y chinas (CanSino), así como con las europeas y estadounidenses. Recordemos que México es un país soberano y tiene su mecanismo de regulación propia. México también tiene una tradición muy eficiente y larga, de muchos años, en sus planes nacional de vacunación. El fin de la pandemia en México: Inmunidad de rebaño Sin ninguna medida de naturaleza farmacéutica, la única esperanza de detener el avance del nuevo coronavirus era la cuarentena. Sin embargo, esta medida se demostró sumamente perjudicial para la economía y el bienestar mental de la población. No es posible mantener una cuarentena estricta que dure tantos meses. La movilidad humana en una sociedad moderna es inevitable. En México se predijo que el pico de la epidemia ocurriría en julio y a partir de ello se pronosticó que hacia el mes de noviembre del 2020 se podría tener semáforo verde en la CDMX que es la región del país que más aporta casos positivos. Sin embargo, la movilidad registrada en octubre causó un repunte importante de los casos. La Ciudad de México entró en semáforo rojo a mediados de diciembre. La única esperanza real de acabar con la pandemia es la aplicación de la vacuna. México fue uno de los primeros países en buscar contratos de compra-venta con las empresas fabricantes de vacunas con el fin de asegurar una cantidad suficiente para vacunar a toda la población mexicana. Para este fin también, México fue promotor y pionero de iniciativas en las Naciones Unidad para asegurar que las naciones menos favorecidas tuvieran un acceso justo y rápido (mecanismo COVAX). A la fecha México cuenta con el siguiente panorama de contratos que suman un total de 210 millones de dosis aproximadamente. Los fabricantes proporcionarán las vacunas a medida que estén disponibles:
¿Cuando acabará la pandemia en México? En los modelos epidemiológicos existe una cantidad propia de cada patógeno llamada "número básico de reproducción" (simbolizado por Rø). La inmunidad de rebaño es el porcentaje de una población que debe ser inmune para que el virus ya no pueda propagarse más. Esta cantidad se estima de acuerdo a la fórmula: IR
= 1- (1/Rø)
la cantidad Rø para el SARS-CoV2 se ha estimado que tiene un valor aproximado de entre 3.28 y 5.7. Esto nos deja un valor de inmunidad de rebaño de entre 70 y 80. Es decir se necesita vacunar a entre 70% y 80% de la población mexicana que es alrededor de 128,932,753 en 2020. Por lo tanto se requiere vacunar mínimamente a entre 90,252,890 y 103,146,160 personas. La población en México tiene la siguiente estructura aproximada (pirámide poblacional, 2020):
A principios de diciembre, el Gobierno Federal de México presentó el Plan Nacional de Vacunación contra la COVID-19 que depende exclusivamente de la disponibilidad de las vacunas por parte de los fabricantes. Se resume en lo siguiente:
En la actualidad existen 100 hospitales COVID en el país y ahí se encuentra el personal de salud de primera línea que debe contabilizarse, en total, en pocos miles; pero son recursos humanos del más alto valor social entonces tiene sentido que se les vacune primero. Todo el personal de salud del país (INEGI, 2019) es de 1,132,632 en el sector público y la población mayor a 60 años es de 14,440,469 entonces para abril del 2021 habrá 15,573,101 personas vacunadas. Es necesario recordar que la vacuna en México no será obligatoria por lo que la cifra de los vacunados a esa fecha puede ser menor. También existe un traslape entre el personal médico que tiene más de 60 años aunque esta cifra no debe ser grande. Si seguimos con este ejercicio podemos construir la siguiente tabla:
Aquí hemos observado que el Gobierno Federal tendrá la capacidad de vacunar a 16,503,394 individuos hacia finales de mayo del 2021. Si eso es realidad, se puede suponer que mensualmente se puede vacunar igual número de individuos a partir de junio (línea amarilla hacia abajo) y hasta octubre (nótese que hay vacunas que requieren dos dosis). Lo anterior nos dice que hacia agosto de 2021 podríamos estar acabando con la pandemia en México, al llegarse al porcentaje requerido para inmunidad de rebaño. Este es un escenario sumamente optimista, deseable; pero posiblemente fuera de la realidad. Tampoco se han tomado en cuenta el millón de recuperados que hay a la fecha y que ya son inmunes, ni a los asintomáticos que podrían ser otros varios millones; pero que no han sido detectados. Desafortunadamente, el mundo entero atraviesa por una campaña miserable de desinformación que ha repetido hasta el cansancio que vacunarse no es seguro y que puede tener diversas consecuencias. Estas campañas no se sustentan en hechos científicos y han causado que en Latinoamérica, Europa y en Estados Unidos, las personas consultadas en encuestas sobre sí se aplicarían la vacuna, lleguen a manifestar en mayoría que prefieren no vacunarse (cerca de un 42% en el caso de la encuesta Gallup en Estados Unidos, en noviembre de 2020). Existen algunas encuestas en México que apuntan hacia un porcentaje alto de personas que estarían dispuestas a vacunarse contra COVID-19. Por ejemplo, la encuesta del Fondo Ruso de Inversión Directa da una cifra de 76%; la encuesta de IPSOS da una cifra de 78% y la encuesta del Centro de Opinión Pública de la UVM revela a un 79% con disposición de ponerse la vacuna. Si estas cifras resultan significativas, entonces el horizonte temporal del fin de la pandemia sería el siguiente (75% de la población se vacuna):
Aquí suponemos que el total de los 1,132,632 trabajadores de la salud en el sector público se vacunan y sólo el 75% de la población en los segmentos por edad lo hace, también suponemos que el Gobierno Federal tiene la capacidad de vacunar 12,377,544 personas mensualmente. La inmunidad de rebaño se alcanzaría hacia octubre de 2021. ¿Cúantas vacunas puede mensualmente aplicar el Gobierno Federal en México? En el Plan de Vacunación se habla de la integración de 10,000 brigadas en todo el territorio nacional. Suponiendo que se aplican cien vacunas diarias y que no lo hagan los fines de semana, en conjunto podrán aplicar 22 millones de vacunas mensuales o más. Esta cantidad es más que suficiente para lograr la meta de 75% - 80% de la población en los tiempos de los dos escenarios anteriores, dependiendo entonces únicamente de las cantidades que el mercado mundial de vacunas pueda proporcionar a México mensualmente. En la gráfica siguiente se muestra la evolución temporal del número de vacunas aplicadas en México (Hasta ahora, la vacuna Pfizer-BioNTech únicamente). Es importante subrayar que el número de vacunas aplicadas en esta
etapa no depende de la capacidad del Gobierno de aplicarlas, sino del
número de vacunas que las compañias extranjeras pueden proporcionar de
acuerdo a sus capacidades de producción (que es muy limitada) y planes de venta mundial
![]() Hacia marzo de 2022, cuando finalice la campaña de vacunación en el país, aún habrá que lidiar con medidas de distanciamiento social, debido a las personas que no se habrán vacunado. Queda en nosotros, ciudarnos, hacer una campaña grande de convencimiento boca a boca para animar a los incrédulos a vacunarse y llegar a la cifra necesaria para poner fin a los contagios lo antes posible. Lo que por ahora podemos concluir, suponiendo una buena disponibilidad de vacunas, es que la pandemia podría ser vencida entre agosto del 2021 y la mitad del año 2022. Aún queda un largo camino por recorrer. Recordemos: las vacunas son
efectivas, seguras y gratuitas.
¿Las vacunas aprobadas por COFEPRIS funcionan en adultos mayores? Todas las vacunas aprobadas y en estudio en México tienen una reconocida capacidad de generar respuesta inmune en adultos mayores. Sólo una de ellas, la vacuna de CanSino podría tener hipotéticamente una capacidad disminuida comparativamente hablando; pero aún así es efectiva sin ninguna duda. La razón de lo anterior es que se utiliza el adenovirus ad5 como vector y podría existir inmunidad previa a este virus de la gripe común (resultados de la Fase II). Entonces, en el peor escenario posible, el sistema inmune atacaría al ad5 antes de que la vacuna muestre todo su potencial para estimular la respuesta inmune contra el SARS-CoV2. Los estudios relativos a este punto continúan porque las poblaciones del mundo varían de país a país en su nivel de inmunidad previa frente al ad5 (estudios de Fase III). En México desconocemos aún qué porcentaje de la población de adultos mayores tiene inmunidad previa al vector ad5. La posible aplicación de la vacuna de CanSino en adultos mayores definitivamente -y bajo cualquier hipótesis- es mejor protección que no aplicar nada. Las vacunas de vectores con adenovirus se reconocen como las mejores. Finalmente, un estudio reciente ha medido en poblaciones africanas (Gambia y Sudáfrica) y en los Estados Unidos, el nivel de prevalencia de anticuerpos anti-ad5: Gambia 84.67% SA 79.87% y EEUU 37.0%. En el caso de que México, por situación geográfica y flujos migratorios, tenga la misma seropositividad que EEUU, la vacuna CanSino es viable para aplicarse en el país a su poblacion mayor que 60 años. ¿Los adultos mayores de 60 años deben ser vacunados prioritariamente, tiene sentido? Despues del personal médico de primera línea, brigadistas y los maestros de enseñaza básica en el único territorio semáforo verde en México (Campeche), vendrán los adultos mayores de 60 años, antes que ninguna otra profesión. Así lo estipula el Plan Nacional de Vacunación emitido en diciembre de 2020. Pues bien, en un estudio reciente de la revista Science (enero 2021), una de las más reconocidas revistas científicas del mundo, se afirma que vacunar prioritariamente a los adultos mayores de 60 años es la mejor estrategia para disminuir la mortalidad de una población. Evidencia científica sobra para dar solidez al plan mexicano de vacunación. Sobre la logística de la vacunación ![]() Camiones
trasportando vacunas de Pfizer reciben escolta policiaca en Michigan,
EEUU.
En noviembre de 2020, la INTERPOL advirtió al mundo que la cadena de distribución, almacenamiento y aplicación de las vacunas contra la COVID-19 podrían ser un objetivo muy apetitoso para el crimen organizado y llamó a las vacunas el equivalente a "oro líquido". Como consecuencia, prácticamente todos los gobiernos del mundo han involucrado a sus fuerzas armadas y policiacas en la vigilancia de todo el proceso de logística de la aplicación de la vacuna. En los Estados Unidos ha quedado en manos de la Guardia Nacional y la policía, En Alemania en la Policia Federal, en España en el Ministerio del Interior y en México, el Gobierno de López Obrador anunció que caería esa responsabilidad en las fuerzas armadas. Extrañamente esta medida en México (devastado por el crimen organizado y la corrupción policiaca) ha causado extrañeza y críticas infundadas. La INTERPOL explicitamente recomienda que los estados se hagan cargo de la distribución y almacenamiento de la vacuna, en una primera fase, para evitar el surgimiento de un mercado negro paralelo y de posibles falsificaciones. Conclusiones El mundo entero se prepara para iniciar la vacunación masiva como único medio efectivo para frenar la pandemia surgida a finales de 2019. México no es la excepción. Primer país latinoamericano a hacerlo y entre los 10 primeros a nivel mundial, México inició la vacunación el día 24 de diciembre. Las vacunas contra la COVID-19 se han desarrollado en un tiempo impresionantemente corto gracias a la madurez de diversas tecnologías de biología molecular, entre las que se encuentran las vacunas de RNA modificado y las vacunas basadas en vectores virales tipo adenovirus. Diversas vacunas han mostrado eficacia arriba del 90% para inducir inmunidad y protección. La inmunidad que emerge no es inmediata por lo cual es importante mantener la distancia social y las prácticas de higiene por al menos dos semanas mínimo después de la inoculación. Las vacunas son probadamente seguras y no producen efectos adversos serios. Para lograr la inmunidad de rebaño es necesario vacunar alrededor de 90 millones de mexicanos lo antes posible, lo cual estará sujeto a la dotación que el país reciba en el tiempo, así como de la capacidad del personal de salud para administrar las dosis necesarias a tan elevado número de mexicanos. Lamentablemente vivimos actualmente una campaña intensa de desinformación que ha causado que un elevado número de ciudadanos considere no administrarse la vacuna. Si el 100% de los ciudadanos la aceptasen, estariamos acabando con la pademia hacia septiembre del 2021. Si fracasamos en convencer a nuestros compatriotas de las bondades y necesidad de la vacuna, la campaña de vacunación terminaría hacia marzo del 2022 con duda sobre si se alcanzó la inmunidad colectiva tan necesaria para la salud de todos. [1] Octavio Miramontes es investigador del Departamento de Sistemas Complejos del Instituto de Física de la UNAM. Obtuvo su Doctorado en el Imperial College en el Reino Unido. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. Es experto en teoría de Sistemas Complejos y Dinámica de Sistemas Biológicos. Premio Jorge Lomnitz en Dinámica no lineal y Fenómenos Colectivos en 2004, es además editor en jefe de la editoral CopIt-arXives. |
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CDMX - UNAM - 2020 |