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Celebra la Maestría en Física Médica de la UNAM sus 22 años con reestructuración

Evelyn C. Ayala
5/nov/2019

A 22 años de la creación de la Maestría en Física Médica, su fundadora, María Ester Brandan, presentó el pasado 17 de octubre en el Instituto de Física (IFUNAM) la reestructuración del plan de estudios y los resultados de este programa, que forma parte del Posgrado de Ciencias Físicas (PCF) de la UNAM.

La restructuración 2019 está enfocada en la modificación del plan de estudios y la distribución de créditos en cada materia; con ello se busca que, de manera más eficiente, el estudiante desarrolle capacidades lógicas y críticas para laborar.

Lo que se busca con este programa es “capacitar a los alumnos para desarrollar de una manera creativa las labores de un físico médico dentro del medio clínico o iniciar su preparación en la investigación”, se lee en el sitio web del PCF. Estas labores consisten en aplicar los principios y técnicas de la física a la prevención, diagnóstico y tratamiento de algunas enfermedades del ser humano.

Es precisamente el trabajo profesional que se ejerce en los hospitales lo que hace que la física médica sea “una especialidad profesional reconocida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT, por sus siglas en inglés), ya que pertenece a las profesiones de los físicos y también de los médicos porque se ejerce en un hospital”, dice Brandan.

Además de los saberes en física, los profesionales de la física médica son capaces de identificar problemas y formular estrategias para su solución, así como reconocer situaciones erróneas y tomar medidas correctivas apropiadas, por ejemplo, en la calibración de equipo médico y el uso de la radiación para mejorar la producción de imágenes mamográficas que colaboren en la obtención de diagnósticos oportunos.

“Primero el físico médico establece las especificaciones técnicas del equipo porque es quien conoce la tecnología; eso quiere decir que el físico médico ya estaba en el hospital antes de que se decida comprar el equipo dependiendo de las necesidades del tipo de estudio que se requiera”, aseguró Brandan.

Es por esa razón que Brandan considera inaceptable que el vendedor de equipos médicos sea quien emita un juicio técnico sobre la calidad de sus productos y el cumplimiento de las especificaciones de compra. “Es como si uno fuese a comprar el auto y nunca probara el auto antes de decidirse a comprarlo; el que vende el auto siempre va a decir que es el mejor auto sobre la Tierra porque su trabajo es vender autos”, dice.

Seminario de Física Médica del 17 de octubre. Foto: César Ruiz Trejo.

Nuevas adecuaciones al programa

De acuerdo con Brandan, la propuesta para crear la Maestría en Física Médica se había planeado de que el entonces rector de la UNAM, José Sarukhán, publicara en 1995 el Reglamento General de Posgrados con una nueva visión que transformó el Posgrado en Física en el Posgrado en Ciencias Físicas. Fue con este cambio que ella pudo solicitar la inclusión de la Maestría en el PCF en 1997.

El programa curricular inicial del proyecto fue estructurado por Brandan y por el médico Luis Benítez Bribiesca quien fue docente en la Facultad de Medicina. Desde entonces, los contenidos curriculares han tenido tres adecuaciones en 2003, 2009 y, ahora, en 2019. Antes de la última modificación, los cuatro semestres de duración de la Maestría constaban de 78 créditos totales.

Los 85 créditos actuales se asignaron de la siguiente manera: en el primer semestre los alumnos cursarán introducción a la anatomía y a la fisiología (6), principios de biología celular (6), física de radiaciones y dosimetría (6), laboratorio de dosimetría (3), e introducción a la instrumentación y señales (8).

Durante el segundo semestre: física de la imagen radiológica (8), física de la radioterapia (8), protección radiológica (12), radiobiología (4); además del avance del 15% de la tesis del alumno.

Para el tercer semestre los alumnos realizarán la residencia hospitalaria y cursarán seminario de investigación I con un total de 14 créditos, y deberán entregar un avance de 40% del avance de sus tesis. Finalmente, el cuarto semestre tendrá una actividad académica optativa y el seminario de investigación II con un total de 10 créditos, además de entregar el 100% de la tesis.

Los alumnos que culminen en tiempo y forma la Maestría en Física Médica tienen dos caminos: dedicarse al trabajo clínico en un servicio de salud, o dedicarse a la investigación iniciando estudios de doctorado en el Doctorado en Física del PCF o en otro programa.

Para ingresar al Doctorado del PCF, los alumnos de la Maestría en Física Médica deberán cursar dos materias en temas de física básica (en calidad de oyente, antes o después de obtenido el grado en física médica) y aprobar una certificación de suficiencia en investigación.

Hasta el momento hay 22 graduados que ya terminaron el doctorado en México o en el extranjero. La mayoría de ellos están adscritos a diferentes instituciones como la Facultad de Medicina de la UNAM, el IFUNAM, el Instituto Nacional de Neurología, el Instituto Nacional de Neurobiología (INB) de Juriquilla, y el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT).

Además, hay 13 graduados de la Maestría que en estos momentos están estudiando el doctorado, 5 de ellos en el extranjero.

Seminario de Física Médica del 17 de octubre. Foto: César Ruiz Trejo.

Los próximos 20 años

Brandan atribuye el éxito de la Maestría en Física Médica a “haber aprendido de los errores del pasado y haber escuchado las recomendaciones internacionales sobre educación y formación de físicos médicos; no tratamos de inventar sino que nos fuimos por el camino que se recomendaba como correcto, tomando en cuenta los intereses, necesidades y condiciones de la UNAM y del país”, dice.

Hoy, la Maestría en Física Médica de la UNAM está coordinada por el investigador del IFUNAM Luis Alberto Medina. Con más de 20 años, cuenta con 148 graduados de los cuales el 55% se dedica al área clínica, 9% estudia un doctorado, 8% ya doctorado se dedica a la investigación, 14% laboran en actividades relacionadas como la protección radiológica, 9% trabaja en actividades no relacionadas con física médica, y el 5% buscan trabajo.

El reto a vencer para el desarrollo de Física Médica durante los próximos años, dice María Ester Brandan, serán las estancias de entrenamiento clínico para los físicos médicos graduados de las maestrías pues las pocas que existen no cumplen con lineamientos internacionales.

Además, por el momento, no existen procedimientos nacionales de certificación individual para los y las profesionales de la física médica. Sin embargo, es posible que los graduados de maestrías que así lo decidan presenten la prueba IMPCB (International Medical Physics Certification Board), un reconocimiento de conocimientos y habilidades profesionales con aval internacional que se ajusta a las recomendaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y que se aplicó exitosamente por primera vez en México a finales de 2018.

Seminario de Física Médica del 17 de octubre. Foto: César Ruiz Trejo.